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domingo, 2 de octubre de 2016

El presidente de Filipinas pide perdón a los judíos por compararse con Hitler



El pasado viernes afirmó que quería masacrar a los drogadictos de su país a imagen y semejanza del dictador nazi.

"Nunca tuve intención de menospreciar la memoria de los seis millones de judíos asesinados por los alemanes", dijo Rodrigo Duterte.

El país tiene un serio problema con el narcotráfico y el consumo de drogas.

El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha pedido perdón a los judíos este domingo porsus recientes declaraciones en las que se comparó con el dictador nazi Adolf Hitler.

"Nunca tuve intención de menospreciar la memoria de los seis millones de judíos asesinados por los alemanes (...). Pido perdón sinceramente a la comunidad judía", ha afirmado Duterte, según recoge el periódico filipino Inquirer. Duterte ha realizado estas declaraciones durante la Fiesta de MassKara, un festival que se celebra en la región de Negros Occidental.

El viernes, a su llegada a Vietnam, Duterte dijo que estaría "contento de masacrar" a los millones de drogadictos de Filipinas igual que Hitler hizo con los judíos. "Alemania tuvo a Hitler. Filipinas tendrá a...", dijo Duterte mientras se apuntaba a sí mismo, lo que ha provocado una oleada de condenas, empezando por Alemania y las comunidades judías.

Hasta 3.100 personas relacionadas con el tráfico de drogas han muerto en acciones de justicieros en Filipinas desde el 1 de julio, un día después de que asumiera la presidencia del país Rodrigo Duterte, quien defiende la legitimidad de que los ciudadanos de a pie asesinen a los traficantes.
Cruzada contra el narcotráfico

La lucha de las fuerzas de seguridad filipinas contra el narcotráfico en el país se incrementó desde el día de las elecciones ya que, según el portavoz de la Policía, Wilben Mayor, "esta es la prioridad del presidente".

Sin embargo, Duterte también llamó a los ciudadanos a sumarse a esta lucha contra la delincuencia: en la ciudad de Cebú —ubicada en las Bisayas centrales—, el presidente, antes de acceder formalmente al cargo, ofreció 5,5 millones de pesos —unos 1.800 euros— por cada narcotraficante muerto.

Por su parte, la Comisión de Derechos Humanos (CDH) ha expresado su preocupación ante el creciente número de delincuentes abatidos, por lo que ha establecido un grupo de trabajo para evaluar las ejecuciones extrajudiciales.

Asimismo, numerosas organizaciones en favor de los Derechos Humanos han criticado esta política del Gobierno de Duterte, acusándola de enfocarse en los pequeños narcotraficantes en lugar de desarrollar una estrategia para acabar con los máximos responsables del tráfico de drogas en el país.

1 comentario:

  1. Enfermo y criminal los medios no justifican la causa, no es sangre que se llega a la Victoria.

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