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jueves, 3 de noviembre de 2016

Rusia finaliza su 'rayo de la muerte', capaz de convertir los aparatos no tripulados en un montón de 'chatarra inservible'.

Mientras EEUU opta por los vehículos no tripulados como una de las armas más prometedoras del futuro, creando una gran variedad de drones capaces de operar por tierra, mar y aire, Rusia finaliza su 'rayo de la muerte', capaz de convertir los aparatos no tripulados en un montón de 'chatarra inservible'.

Al comparecer ante el Centro para los Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington, el secretario de Defensa de EEUU, Ashton Carter, explicó que EEUU estaba avanzando en el desarrollo de drones capaces de operar en el mar y en el aire.

"De hecho, recientemente hemos dado un paso importante. Van a oír más sobre estos desarrollos en los próximos meses", anunció el jefe de la Defensa estadounidense.



Entre los posibles adelantos a los que hizo referencia Carter, varios medios de EEUU dedicados a los temas de Defensa sugirieron que podría tratarse de tecnologías para prevenir la detección de aeronaves por parte de un 'enjambre guiado' de drones o del uso de aparatos de asalto desechables de bajo coste, usados para la preparación de desembarcos de infantería.

Anteriormente, se dio a conocer que el Pentágono estaba probando nuevos drones de ataque y vigilancia de bajo coste, llamados Perdix, que habían sido diseñados especialmente para crear interferencias en los sistemas de defensa aérea del enemigo.

De acuerdo con el jefe de la Oficina de Capacidades Estratégicas del Pentágono, durante estos ensayos, los minidrones estadounidenses fueron lanzados desde cazas estadounidenses F-16 y F-18 y pudieron volar a baja altura, tal y como suelen moverse los dispositivos de vigilancia.

Por su parte, Rusia optó por desarrollar 'de antemano' un arma que pueda neutralizar esta nueva tecnología. La corporación estatal rusa Rostec ya dispone de una barata y eficaz arma contra los minidrones. Este nuevo sistema es capaz de convertir los vehículos no tripulados en chatarra inservible.

En vez de disparar a los minidrones con balas y misiles, la nueva arma "daña sus sistemas radioelectrónicos, convirtiéndolos en trozos de plástico y hierro inservibles", explicó a la agencia Sputnik el jefe del servicio de prensa de la compañía, Leonid Khozin.

Durante los últimos años, el carácter de las guerras contemporáneas y las tácticas de combate han cambiado considerablemente bajo la influencia de las nuevas tecnologías. En este nuevo contexto, las armas tradicionales han perdido su eficacia, puesto que no son capaces de repeler los ataques de un 'ejército' de complejos robots.

"En este caso, las armas ligeras son inútiles. Tratar de derribar minidrones con misiles antiaéreos es igual que disparar cañonazos contra gorriones. ¿Y qué pasa si estos drones vuelan en un bosque, encima de una ciudad, o si por ejemplo se trata de vigilar acontecimientos con mucho público? En este caso, el uso de armas de defensa antiaérea es imposible", enfatizó Kozhin.

Según el portavoz de la compañía creadora, la nueva arma supone una tecnología de bajo coste que ya ha pasado con éxito las pruebas y que puede, de una manera efectiva, repeler ataques de minidrones. "Ahora no es necesario gastar tanto dinero para comprar balas, proyectiles y misiles, ya que un solo 'disparo' de esta nueva arma no tiene ningún coste".

Por lo tanto, el sector de los drones se ha metido de lleno en la milenaria lucha entre los sistemas de ataque y de defensa, con los principales actores tecnológicos midiendo sus fuerzas.


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