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viernes, 9 de diciembre de 2016

INTENTAN ROBARLE EL TRIUNFO A DONALD TRUMP E IMPONER UN TÍTERE DEL ESTABLISHMENT EN SU LUGAR

A partir de la misma elección de Donald Trump a la presidencia de los EEUU ha habido gente que asegura que no logrará investirse como presidente.


Desde el comienzo la favorita -al menos para los medios tradicionales- para ganar las elecciones presidenciales era Hillary Clinton, pero después de que haya ganado Trump ha habido múltiples intentos por impedir su arribo a la Casa Blanca, y el último de ellos es la maniobra ejecutada por el partido verde. Este partido político ha iniciado la impugnación por las vías legales de los resultados electorales en los estados de Wisconsin, Michigan y Pennsylvania, todo ello con el objetivo de favorecer a Hillary Clinton, pues la candidata del partido verde, Jill Stein, no tiene ningún chance contra Donald Trump al haber obtenido sólo el 1 % de los votos, así que la maniobra es solo con el objetivo de impedir la presidencia de Trump y favorecer un posible triunfo de Clinton.

La excusa esgrimida para exigir un recuento de votos en esos estados, es por una supuesta intervención de los sistemas de computo utilizados para las elecciones por agentes de inteligencia extranjeros (presuntamente rusos) y por hakers trabajando para ellos.

Un grupo de "científicos" y "expertos" aseguran que ha habido hakeo de las elecciones

Así es, según la revista New York Magazine el grupo, que incluye a J. Alex Halderman, experto en computación de la Universidad de Michigan, y John Bonifaz, un abogado de derechos civiles, quiere que Clinton ordene una revisión independiente y un recuento en Wisconsin, Michigan y Pensilvania, porque presuntamente los patrones de voto sugieren que los votos posiblemente fueron alterados mediante el “hackeo”. 

Es por está sugerencia de estos "científicos" que Jill Stein intentará impugnar las elecciones; para ello ha iniciado una campaña online para recaudar fondos para poder sufragar los gastos que genere el juicio, claro que esos recursos económicos de antemano ya los tienen, pues los que apoyan a Clinton se los darán sin duda. Sí Clinton no hace directamente ella la demanda, es porque no quiere que sea tan obvio quien esta detrás de la maniobra.

Si antes del 13 de diciembre no se han terminado de recontar los votos en esos estados que ganó Trump, el colegio electoral podría considerarlos nulos, con lo que la presidencia de Trump sería imposible al no poder alcanzar los 170 votos electorales mínimos que exige la ley para poder declarar ganador a algún candidato.

Por lo tanto, le decisión de quien gobernará la nación recaería sobre los representantes del congreso, quienes tendrían que llamar a una nueva elección o designar a un tercero como presidente de los EEUU, aunque aún así, la elección recaería forzosamente sobre alguien salido del partido republicano, pues el congreso tiene mayoría republicana, aunque claro, ya no seria un outsider como Trump, si no alguien de dentro del sistema.

También otro recurso que están utilizando para impedir que Trump sea investido presidente, es ejercer presión sobre los representantes (electores) de cada estado que conforman el colegio electoral, colegio que tiene la última palabra sobre quien resultará finalmente vencedor en las elecciones.

Para justificar esta acción esgrimen el triunfo de Hillary en el "voto popular" más no así en los puntos electorales que cada estado da. Ellos presionan a los representantes para que cambien su voto a favor de Hillary Clinton a pesar de que Trump haya ganado la votación en ese estado al cual representan. Ya varios electores han expresado su intención de cambiar su voto aunque con ello traicionen la voluntad de sus representados.

Pero Trump tiene el apoyo de la plana mayor del ejército y el pentágono, por lo que de darse esa situación hay riesgo de desatarse la guerra civil en los EEUU.

No olvidemos que ya es muy evidente las diferencias que existen entre la CIA y el FBI, pues la CIA estuvo con Clinton y el FBI con Trump. Y así como hay discrepancias entre las agencias de inteligencia, así también las hay entre otros niveles de gobierno, como entre el mando militar y las autoridades civiles, autoridades civiles secuestradas por intereses económicos.

Pero como ya he comentado, Trump tiene el apoyo del lobby sionista, por eso él esta conformando un gabinete judío y sionista, con nombres como Steve Mnuchin (secretario del tesoro), Wilbur Ross (secretario de comercio) y su yerno judío, Jared Kushner.

Por eso afirmé, y afirmo, que no lograrán impedir que Trump alcance la presidencia de los EEUU.

Lo que se puede concluir de todo esto es que, contrario a lo que la mayoría de los "conspiracionistas" creen, hay una ruptura en las estructuras de poder en los EEUU y en el mundo entero.

Así es, hay una clara confrontación entre dos bandos contrarios de la élite, del stablistment, o al menos eso nos quieren hacer creer.

Pero en lo personal, realmente creo hay una pugna de intereses en las altas esferas del poder, concretamente, creo hay una lucha entre la parte alta de la pirámide y las bases de la misma.

La cúspide de la pirámide serían las élites judías anglosajonas representadas por la banca anglo-judía y las monarquías europeas, monarquías con la corona inglesa a la cabeza; y por el otro lado, estarían todos esos multimillonarios que luchan por una mayor parte del pastel.

Es así como estaríamos siendo testigos de esa pugna de poderes cuyos actores visibles serian por el memento, Clinton y Trump. No olvidemos que George Soros es el principal instigador de la globalización y el principal mecenas de Clinton y de muchos movimientos sociales de "extrema derecha", como lo son Podemos y Syriza.

Pero parece que la élite judía anglosajona apuesta definitivamente por Trump y por un nuevo orden mundial menos "global" que el que hasta ahora nos han tratado de imponer, o al menos intentan darle un 'facelift' (nueva cara) que cause menos desconfianza entre la gente. Tratan de darle un toque de "nacionalismo" para que la masa se pueda identificar con él.

Eso es lo que realmente se juega en esta elección presidencial de los EEUU y en las del próximo año en Europa. Ya la revista Rothschild, The Economist, nos lo advertía en su portada para el 2017: se vienen cambios "revolucionarios" en el mundo, donde los movimientos "nacionalistas" cobrarán mucha fuerza y donde veremos un retorno a un pseudo comunismo, a una pseudo "justicia social" encuadrada en esos movimientos anti-globalistas como los que rechazan los acuerdos globales de libre comercio como el TTP y el TTIP; acuerdos globales impulsados y liderados por esa élite (la base de la pirámide) que intenta imponer un nuevo orden mundial globalista, cuyo mayor representante visible es el apátrida George Soros.

Hace años ya advertía que veríamos un fuerte resurgir del nacionalismo en Europa, nacionalismo producto de esas políticas económicas globalistas del viejo orden mundial, viejo orden que hoy se intenta sustituir por uno nuevo.

Pero como también entonces advertí: eso seria un riesgo muy grave, pues podría terminar por desatar la guerra total en Europa para después propagarse al resto del mundo, pero claro, ese riesgo también esta considerado en los planes de la élite, pues no por nada ponen la carta de la muerte (con la imagen de una explosión atómica) en su oráculo para este 2017, en todo caso, es un riesgo deseado para ellos, pues así matan dos pájaros de un tiro: Por un lado llevan a cabo su agenda de despoblamiento global y, por el otro, imponen su nueva versión del nuevo orden mundial.



2 comentarios:

  1. las profecías dicen lo contrario amigo. Las profecías dicen que Trump nunca asumirá y Obama será el último presidente de los EE UU.

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