“Los países del G7 aprobaron la declaración conjunta donde, además del llamado tradicional a Rusia para detener el comportamiento desestabilizador, hay un aspecto interesante. El [Grupo de los] Siete expresó interés en ‘relaciones estables y predecibles’ con Rusia”, escribió el domingo la portavoz de la Cancillería de Rusia, María Zajarova, en una publicación en su canal de Telegram.
La diplomática rusa enfatizó que la previsibilidad de Rusia se ha confirmado a lo largo de los años, asegurando que el problema recae en los países del G7.
“Antes, afirmaron que Rusia debería ser más estable y predecible. Ahora se considera que esta tarea es el ámbito de las relaciones conjuntas, es decir, que dependen de todas las partes. Teniendo en cuenta que nuestra previsibilidad ha sido confirmada por años y acciones, ahora es el turno del [Grupo de los] Siete que no son tan fuertes en esta esfera”, ratificó.
Los líderes del Grupo de los Siete, integrado por EEUU, el Reino Unido, Alemania, Italia, Canadá, Francia y Japón, se reunieron del 11 al 13 de junio en la ciudad británica de Carbis Bay en el marco de la cumbre del G7.
En el comunicado final de su cumbre, estos Estados acusaron a Rusia de participar en lo que denominaron “actividades malignas”, de inmiscuirse en “sistemas democráticos” y de violar los derechos humanos, de ciberataques, de ser “una parte en el conflicto en el este de Ucrania”, entre otras acusaciones.
Moscú ha refutado sistemáticamente las acusaciones del grupo de que sus acciones son de naturaleza desestabilizadora o de que desde su territorio se realiza ciberataques contra otros países.
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