El despliegue de vehículos blindados en la frontera entre Tayikistán y Afganistán y el supuesto suministro de armas y municiones desde la parte tayika a las fuerzas del Frente de Resistencia Nacional afgano en el valle de Panjshir pueden llevar a los dos países vecinos a un conflicto armado, en el que también se involucraría Rusia, tal y como ha informado este viernes el portal ruso de aviación Avia.Pro.
Los expertos, citados por el portal ruso, indican que “las acciones de Dusambé pueden conducir a un conflicto con el grupo armado Talibán”, y esto ya crea una amenaza de que Rusia como un aliado de Tayikistán, también se verá involucrado en este conflicto armado, lo que solo agravará la situación.
Por su parte, el canal estadounidense Fox News TV informó que los ataques del 7 de septiembre contra las posiciones de los talibanes en Panjshir, norte de Afganistán, fueron llevados a cabo por aviones desde el territorio del vecino Tayikistán, aunque Dusambé no ha confirmado tales alegaciones.
A pesar de que los talibanes, tras tomar el poder en Afganistán a mediados de agosto, declararon que no tenían intención de atacar a los Estados vecinos, la parte rusa está muy preocupada por las actividades imprevistas de los insurgentes.
En este sentido, Rusia ha trasladado este viernes un batallón de 201 tanques modernos y nuevos vehículos de combate a su base militar en Tayikistán, con miras a fortalecer la seguridad de la nación vecina y prevenir un posible ataque de los talibanes en su contra, subraya el medio ruso.
Además de aliado de Rusia, Dusambé es miembro de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), una alianza militar que agrupa a varios países de la antigua Unión Soviética y liderada por Rusia. Anteriormente, esta agrupación regional anunció que está lista a proporcionar a Tayikistán toda la asistencia necesaria en caso de un ataque desde Afganistán.
Talibán, que gobernaba en Afganistán desde 1996 hasta 2001, se ha vuelto a hacer con el control de casi todo el país, después de que tomara el 15 de agosto Kabul, sin ninguna resistencia por parte de las fuerzas gubernamentales entrenadas por Estados Unidos y luego de que el presidente Ashraf Qani, un aliado de Washington, huyera del suelo afgano. El valle norteño de Panjshir, es el último bastión de lucha contra los insurgentes en el país centroasiático.
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