Rusia envió nuevos refuerzos a Kazajistán el domingo, desplegando tropas en posiciones estratégicas para ayudar al Gobierno del país vecino a reafirmar el control en las ciudades más grandes, luego de días de protestas antigubernamentales a veces violentas registradas durante la última semana.
“Las unidades de mantenimiento de la paz rusas de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) están realizando maniobras en el aeropuerto kazajo de Almaty para entrenar la prevención de emergencias”, explicó el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado.
La Cartera rusa afirmó que había preparado un contingente de más de 75 aviones de transporte para permitir el despliegue continuo de tropas en Kazajistán. Sin embargo, no concretó cifras del despliegue, pero dejó claro que continuarán con los vuelos de traslado de tropas hasta la ciudad de Almaty. Asimismo, confirmó que las fuerzas rusas han tomado ya posiciones en las inmediaciones de las infraestructuras más importantes del país.
Moscú dejará sin dientes a quienes intenten morder a los rusos o sus amigos
En declaraciones a la agencia de noticias local TASS, el embajador ruso en Kazajistán, Alexei Borodavkin, advirtió que “la Rusia de ahora no es la Rusia de los 90” y que “quien intente mordernos a nosotros o a nuestros amigos, se quedará sin dientes”.
Borodavkin catalogó de una “tragedia” lo que está viviendo el país amigo de Rusia por acciones de “bandidos” y “terroristas” que han provocado la muerte de “personas inocentes”. “Unas milicias organizadas y planificadas han intentado hundir la estabilidad política interna de Kazajistán y a largo plazo desestabilizar la frontera sur de nuestro país”, remarcó.
El diplomático ruso ve manos foráneas detrás de los eventos de Kazajistán. “No cabe duda de que fuerzas hostiles a la república de fuera del país han participado en todo esto”, expresó Borodavkin.
Por otra parte, el embajador ruso subrayó que las fuerzas rusas han llegado a Kazajistán “en cuestión de horas” desde que recibió la petición del Gobierno kazajo.
Desde el 2 de enero, miles de manifestantes han salido a las calles de Kazajistán para protestar contra el aumento del precio del gas licuado. En este marco, el Gobierno kazajo ha denunciado que varias regiones del país fueron escenario de disturbios y actos de vandalismo organizados por provocadores y elementos criminales y terroristas. Por eso, solicitó a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, compuesta por Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán, que enviaran fuerzas de paz para hacer frente a la amenaza terrorista y a los intentos por socavar la integridad nacional.
En el marco del acuerdo de seguridad colectiva, Rusia ha enviado tropas para ayudar a Kazajistán para lograr la seguridad. El número enviado probablemente sería de alrededor de 2500, pero podría aumentar, afirmó la semana pasada la agencia de noticias estatal rusa RIA Novosti.
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