El Ejército yemení informó el lunes de la confiscación de un barco emiratí en las aguas del país a lo largo de la ciudad portuaria de Al-Hudayda (oeste), que transportaba armas militares.
En este sentido, el general de brigada Aziz Rashed, portavoz de las Fuerzas Armadas de Yemen, ha afirmado este miércoles que la importancia del suceso radica en el hecho de que esta acción es un proceso de disuasión cualitativo basado en datos de inteligencia precisos, así como monitorear y rastrear las actividades hostiles en las aguas territoriales yemeníes.
En una entrevista con la agencia iraní de noticias Tasnim, Rashed ha subrayado que esta operación fue diferente a los anteriores, ya que el barco emiratí fue incautado “sin enfrentamiento militar directo ni bajas”, lo que ha dejado confundidos a los líderes de la agresiva coalición que lidera Arabia Saudí contra Yemen.
Conforme al alto cargo militar yemení, la confiscación del barco emiratí demostró que el Ejército yemení actualmente tiene control sobre las actividades de buques de guerra hostiles o buques mercantes pacíficos en las aguas territoriales de Yemen, así como en las aguas internacionales.
Asimismo, ha proseguido, esta operación es “un mensaje claro para el enemigo israelí de que cualquier acción militar contra Yemen significa que los buques y bases navales israelíes donde el régimen entrena mercenarios serán destruidos, y que los movimientos del enemigo sionista en las islas yemeníes no quedarán sin respuesta”.
Rashed ha explicado al respecto que cualquier actividad militar hostil en aguas yemeníes tendrá una respuesta directa, y las aguas yemeníes nunca serán escenario de movimientos hostiles.
Además, tras destacar que el nuevo año comenzó con una operación sin precedentes, ha señalado que si la coalición agresora contra Yemen, respaldado por Estados Unidos, no aprende la lección y no se da cuenta de sus errores, se implementarán nuevas operaciones en su contra en los próximos días.
Los Emiratos Árabes Unidos (EAU) forman parte de la coalición liderada por Riad que lanzó desde marzo de 2015 una guerra devastadora contra Yemen, con la intención de restaurar en el poder al presidente fugitivo yemení Abdu Rabu Mansur Hadi.
Mientras la llamada coalición no ha podido hasta el momento materializar sus objetivos, pese al apoyo integral que recibe del Occidente, especialmente Estados Unidos, las fuerzas yemeníes han dejado claro que seguirán sus operaciones contra Arabia Saudí y sus aliados, tanto en el territorio saudí como en los territorios ocupados por los mercenarios de la monarquía árabe, mientras los agresores no cesen su agresión y asedio contra el pueblo yemení.
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