El ministro israelí de asuntos de la diáspora, Nachman Shai, en un mensaje publicado el domingo en Twitter subrayó la necesidad de enviar ayuda militar a Ucrania, tal como lo hacen Estados Unidos y los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
A modo de reacción en Telegram, el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, ha calificado este lunes la iniciativa israelí como un paso “muy imprudente” que “destruirá todas nuestras relaciones interestatales”.
Refiriéndose a los líderes nacionalistas ucranianos Stepán Bandera y Román Shujévich —conocidos durante la Segunda Guerra Mundial por su colaboración con la Alemania nazi y los crímenes de guerra contra rusos, polacos y judíos—, Medvédev ha enfatizado que, si Israel arma a Ucrania, deberá también declarar a estos líderes nazis como “héroes”.
Las relaciones entre Rusia e Israel se han deteriorado desde el comienzo de la operación militar rusa en Ucrania el 24 de febrero pasado por el apoyo del régimen israelí a la Administración de Volodímir Zelenski.
Moscú asegura que Israel respalda a los neonazis en Ucrania y ha advertido en distintas ocasiones de responder “en consecuencia”, si ofrece ayuda militar a Ucrania para apoyar a Kiev ante las fuerzas rusas.
Varios analistas dicen que el régimen de Tel Aviv está en apuros, en este caso, como un aliado estratégico de EEUU, por un lado, y con lazos con Rusia, por el otro. Israel no quiere perder sus propios beneficios al cortar las relaciones con una de las partes, matizan.
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