Los buques de guerra rusos y los barcos han sufrido la modernización necesaria, según los medios occidentales. Entre los barcos actualizados hay al menos un buque de asalto anfibio.
Aunque las características exactas de las nuevas armas aún no han sido reveladas, la Pentapostagma señala que las nuevas armas pueden ser una combinación de sistemas de vigilancia óptica y de radar, así como equipos de sonar que forman un espacio defensivo alrededor de cada barco.
Los datos recopilados se transmiten posteriormente a los puntos de control de armas, lo que indica un cierto nivel de integración de sensores. Esto proporciona una protección confiable contra los ataques de drones marinos.
Por otro lado, Ucrania cuenta no tanto con el éxito de cada ataque como con el agotamiento de las fuerzas navales rusas, un aumento en el nivel de alarma y la búsqueda de vulnerabilidades en la defensa de los barcos, mejorando los aspectos técnicos y tácticos de sus operaciones marítimas no tripuladas.
Como señala el periódico, los buques no tripulados de Ucrania (USV) suelen ser pequeños y no están particularmente protegidos de las contramedidas, dado su papel unilateral y kamikaze.
"Lo más probable es que tanto el ejército ruso como el ucraniano aprendan de cada ataque: los rusos aprenden a detectar y prevenir mejor tales USV, mientras que los ucranianos aprenden sobre las debilidades de Rusia", dice el artículo.
Sin embargo, se observa que hasta la fecha, Rusia ha fortalecido su flota, habiendo logrado una alta protección contra los ataques de drones marinos.
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