El canciller canadiense,
John Baird, dio a conocer la ruptura de los lazos diplomáticos con Irán
por no apegarse a las resoluciones de la ONU sobre su programa nuclear y
por incitar violencia siria.
Irán representa la amenaza más significativa para la paz y la seguridade mundial
Según el comunicado del diplomático, el personal de la delegación canadiense abandonó Teherán y en los próximos cinco días expulsarán a todos los representantes de la República Islámica que aun permanezcan en el país norteño.
El ministro también esgrimió como otras razones de la ruptura, que Irán proporciona ayuda militar al gobierno de Siria, escenario de una crisis incitada hace 17 meses por las potencias occidentales y monarquías del golfo Pérsico interesadas en forzar la salida del presidente Bashar Al Assad y que ha dejado miles de muertos.
Ademas citó que la nación persa supuestamente amenaza la existencia de Israel, tiene propósitos antisemitas racistas e "incita al genocidio".
La postura de Canadá se suma a la cadena de presiones que Estados Unidos y la Unión Europea mantienen contra Irán para que abandone sus planes de desarrollo nuclear, que supuestamente, tienen el fin único de generar energía eléctrica. Con ese propósito, esas potencias han aplicado diversas sanciones económicas a la República Islámica.
Baird señaló que Irán "es la amenaza más significativa para la paz y la seguridad mundial hoy en día, pues se tratauno de los peores infractores del mundo en materia de derechos humanos".
"Por otra parte, el régimen iraní ha demostrado un desprecio flagrante de la Convención de Viena y su garantía de protección para el personal diplomático. Dadas las circunstancias, Canadá ya no puede mantener una presencia diplomática en Irán", subrayó.
Ottawa ya había expresado en el pasado su preocupación ante las actuaciones del gobierno iraní y había impuesto varias sanciones económicas contra el país islámico.
Con información de agencias
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