Los agricultores del corazón agrícola de Estados Unidos que ayudó a Donald Trump a llegar a la Casa Blanca están presionando a su gobierno para que evite una disputa comercial con México, por temor a una represalia con aranceles que podría afectar más de 3,000 millones de dólares (mdd) en exportaciones estadounidenses.
El valor de los envíos en riesgo se basa en un análisis de Reuters de una lista de impuestos que México empleó en una disputa sobre el tránsito de camiones hace seis años y que las autoridades mexicanas han dicho que podría servir de modelo si Trump fija nuevas barreras a sus productos.
Los productores de carne de cerdo contactaron al equipo de transición de Trump poco después de las elecciones del 8 de noviembre para enfatizar que el acceso libre de aranceles a México lo ha convertido en su principal mercado de exportación en volumen, dijo el presidente del Consejo Nacional de Productores de Carne de Cerdo, John Weber.
El consejo envió cartas, entre ellas una firmada en enero por 133 organizaciones agrícolas, y está haciendo las gestiones para que criadores de cerdos viajen a Washington el próximo mes para hablar con funcionarios.
"Seguimos enfatizándoles cuán fundamental es el comercio para nosotros", dijo Weber, quien teme que México pueda revivir la lista de productos -en su mayoría agrícolas- que usó para obligar a Washington a que permitiera a los camioneros mexicanos conducir por las carreteras estadounidenses en 2011.
Los productos de carne de cerdo encabezan esa lista y los aranceles, si se restablecen, se aplicarían a más de 800 mdd en exportaciones anuales de carne porcina, según datos compilados por Global Trade Atlas de IHS Markit. "Vamos a ser los primeros en recibir el golpe", dijo Weber.
La presión de las firmas estadounidenses que dependen del mercado mexicano muestra cómo México puede ejercer peso sobre Washington pese a tener una economía 17 veces más pequeña y dependiente de su vecino para casi el 80% de las exportaciones.
En Iowa, donde los cerdos superan a las personas en una proporción de siete a uno, el agricultor de granos y criador de cerdos Jamie Schmidt votó a favor de Trump, en parte por su promesa de reducir las cargas regulatorias para los negocios.
Ahora él y otros agricultores de la zona de Garner, Iowa, están preocupados. Schmidt obtiene casi la mitad de sus ingresos de los cerdos y gana entre 4 y 5 dólares por cada uno de los 425 animales que vende cada semana, por lo general a una planta empacadora de Tyson Foods en Perry, Iowa.
Unos aranceles de México podrían deprimir los precios mayoristas de Estados Unidos y acabar con sus ganancias, dijo Schmidt. "Sería devastador", declaró.
EN LA MIRA
En diciembre, luego de que temores a una disputa comercial desplomaron el peso, México empezó a delinear un mapa de los estados del país del norte que son más dependientes de su mercado, repitiendo la estrategia que empleó en la disputa de los camioneros, dijeron dos altos funcionarios mexicanos.
Las autoridades mexicanas también prepararon documentos, a los que Reuters tuvo acceso, sobre los riesgos para el país en caso de una disputa, incluida la pérdida de gran parte de las ventajas en la producción de automóviles, como el Ford Fusion que se fabrica en Hermosillo.
Reuters no pudo verificar la lista completa de productos y estados que México considera como blanco en este caso. Pero el canciller mexicano Luis Videgaray dijo el mes pasado que las tarifas podrían apuntar a Iowa, que cría a un tercio de los cerdos de Estados Unidos y exporta casi un cuarto de su producción porcina, de los cuales 100 mdd se vendieron a México en 2016.
Videgaray dijo también que los aranceles podrían recaer en Wisconsin, centro de la producción de queso del vecino del norte, y señaló a Texas por su "destacado" superávit comercial con México. En los tres estados, Trump ganó las elecciones presidenciales de noviembre.
Trump ha acusado a México de destruir empleos estadounidenses y ha prometido dejar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que tiene con Canadá y México, si no renegocia mejores condiciones con el país latinoamericano.
Estados Unidos pasó de un pequeño superávit comercial con México a comienzos de la década de 1990 a un déficit de 63,000 mdd en 2016.
El legislador republicano por Iowa Steve King, que señaló que el papel de su estado como el primero en realizar primarias presidenciales ayuda a mantener los intereses agrícolas en la mira de Washington, dijo a Reuters, no obstante, que le preocupa que la Casa Blanca no esté considerando con la seriedad suficiente los riesgos comerciales.
Un posible 20% de impuesto a las importaciones mexicanas, que el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, ha dicho podría financiar el muro fronterizo propuesto por Trump, generaría una guerra comercial, dijo King: "Me voy a asegurar de que aquí en Washington sepan lo que eso significa".
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