De seguir adelante esta propuesta del pelos de zanahoria sin duda sería un motivo de conflicto entre ambas naciones; así han empezado los diferentes presidentes gringos que le han arrebatado a México su territorio; territorio que hoy explotan y usan sin recibir un solo beneficio de ello los mexicanos, sino, por el contrario, los quieren sacar de sus tierras, si, sus tierras, pues Texas, California, Utah, Nuevo México, Arizona, etcétera, son parte de México aunque por ahora este en poder de los gringos.
Creo que ahora más que nuca tiene sentido el rearme del país Azteca.
CIUDAD DE MÉXICO.- El muro de Donald Trump se topa, como en otras administraciones de Estados Unidos ha ocurrido, con el río Bravo. El secretario del Interior de Estados Unidos, Ryan Zinke, planteó la posibilidad de que el muro fronterizo se construya de lado mexicano, para que el gobierno estadounidense no pierda el acceso a ese río.
“La frontera es complicada, en relación a construir un muro físico. ¿De qué lado del río (Grande) van a poner el muro? No lo vamos a poner de nuestro lado y ceder el río a México… Y probablemente no la vamos a poner a la mitad del rio”, destacó el funcionario, el martes pasado, en una reunión con miembros del Consejo de Tierras Públicas.
De acuerdo con la publicación de temas ambientales en E&E News, Zinke explicó que el uso de barreras electrónicas serían más apropiadas en algunas áreas, debido a las dificultades geográficas de la zona, como el Parque Nacional Big Bend, el cual está ubicado en la frontera, pero rodeado de montañas, desierto y el río Grande (o Bravo, como se conoce en México).
Además, este Parque Nacional –considerado el más grande y diverso de Norteamérica– cuenta con una variedad de especies silvestres que estarían amenazadas por la construcción del “gran y hermoso muro” prometido desde la campaña por el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Ayer, en conferencia telefónica, de acuerdo con la agencia AP, Zinke confirmó que se amenazaría la biodiversidad en la zona fronteriza, pues cientos de especies viven en un radio de 48 kilómetros de la división natural entre ambos países, como el jaguar y el lobo mexicano, especies en peligro de extinción.
Esas complicaciones fueron advertidas a los expresidentes de la Unión Americana, George W. Bush y Barack Obama, cuando pretendían continuar la construcción del muro, el cual fue detenido definitivamente por demandas de particulares en Texas y la consideración del Congreso, de que el costo era mayor del proyectado.
El tema de las dificultades de la construcción de la valla fronteriza fue retomado por el líder de los demócratas en el Senado, Charles Schumer, quien argumentó, en el pleno del Senado, que la administración de Trump debe lidiar con un problema adicional, la expropiación de tierras en el río Grande.
Asimismo, señaló que el gobierno federal enfrenta un creciente movimiento de oposición a la construcción del muro, y no sólo de los demócratas, pues los senadores republicanos Jeff Flake, de Arizona; John McCain, y John Cornyn, están escépticos respecto al proyecto.
“A fin de cuentas, lo que importa es la seguridad de los estadounidenses y garantizar que tenemos una frontera… sin fronteras, no hay países”, agregó Zinke.
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