Tras el aumento de aranceles firmado por Donald Trump, el medio oficial del Partido Comunista de China advirtió que Pekín no teme una guerra comercial con Washington y podría tomar represalias.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, impuso un arancel especial a la importación de paneles solares y lavadoras. La iniciativa afecta mayormente a los intereses de China y Corea del Sur, que ya han manifestado sus críticas.
El Global Times, medio de comunicación oficial del Partido Comunista de China, ha advertido de que Pekín no teme una guerra comercial con Washington y puede tomar represalias. ¿Cómo podría responder China y qué compañías e industrias serían las más afectadas?
Boeing
Los aviones civiles son la principal exportación de EE.UU. a China, por lo que Boeing podría ser el primero en la línea de fuego. Pekín podría responder a EE.UU. comprando menos Boeings y más Airbus, explica a CNN Scott Kennedy, experto en economía china en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
De hecho, eso es exactamente lo que Global Times propuso en un artículo de opinión publicado en 2016, cuando sugirió que China no tiene miedo de adoptar un enfoque de "ojo por ojo" en el comercio y que, si lo considera oportuno, "un lote de pedidos de Boeing será reemplazado por Airbus". Esa sería una gran pérdida de negocios para Boeing, que en los últimos años ha anunciado acuerdos por valor de decenas de miles de millones de dólares para vender aviones a China.
Apple
Aproximadamente un 7 % de las ventas de Apple se realizan en China continental, cifra que aumenta a alrededor del 19 % si se incluyen Taiwán y Hong Kong, según datos de Factset. Mientras tanto, China tiene compañías que "compiten directamente cara a cara con Apple", por lo que la compañía estadounidense "ciertamente estaría preocupada por verse atrapada en el fuego cruzado [de una disputa comercial]", asevera Kennedy.
Carne
En mayo pasado, EE.UU. y China firmaron un acuerdo para permitir la reanudación de las exportaciones de carne estadounidense a China después de 14 años. Sin embargo, hay requisitos específicos que las empresas norteamericanas deben cumplir. En este sentido, BBC estima que Pekín podría elevar esos estándares de seguridad y salud y hacer la vida mucho más difícil para las empresas exportadoras de carne estadounidense.
Soja
Otra exportación clave de EE.UU. a China es la soja. Según los datos de Panjiva, una empresa de investigación sobre el comercio mundial, entre diciembre de 2016 y noviembre de 2017 EE.UU. exportó soja por 22.500 millones de dólares, de los que 13.000 millones corresponden a China.
Si Pekín decide optar por otras fuentes de suministro, eso perjudicaría considerablemente a la agricultura de EE.UU. y sería "un golpe muy, muy grande", advierte a CNN Nicholas Lardy, miembro del Instituto Peterson para Economía Internacional.
Autos estadounidenses
El país asiático es el mercado de automóviles de pasajeros más grande del mundo, y también se encuentra entre los cinco principales mercados de importación de autos y repuestos automovilísticos de EE.UU. Por lo que una eventual directiva del Gobierno de dejar de comprar autos estadounidenses perjudicaría a los fabricantes de EE.UU.
Qualcomm e Intel
Pekín es también el mayor consumidor mundial de semiconductores, que se instalan en una gran cantidad de productos electrónicos que se fabrican en el país asiático, por lo que un potencial arancel para esos elementos sería desastroso para gigantes como Qualcomm (QCOM) e Intel (INTC).
Turismo
Finalmente, China es líder a nivel mundial como emisor de turistas, con más de 130 millones de ciudadanos suyos viajando por el mundo cada año. Mientras tanto, EE.UU. es el mayor beneficiario del turismo internacional: 75,6 millones de turistas visitaron el país en 2016 y gastaron allí 290.000 millones de dólares.
De esos casi 76 millones de visitantes extranjeros, la mitad provinieron de Canadá y México, mientras que los chinos solo representaron 3 millones. Sin embargo, esos turistas gastaron 33.000 millones de dólares, casi tanto como los canadienses y los mexicanos juntos, subraya David Dodwell, columnista de South China Morning Post. Por lo tanto, Washington tendría mucho que perder si Pekín desaconsejara a sus ciudadanos viajar a EE.UU.
"Van a contraatacar y van a contraatacar duro"
Esta es una lista incompleta de las represalias que podría tomar el gigante asiático tras la decisión de Trump. También podría presentar quejas a la Organización Mundial del Comercio o vender algunos bonos de EE.UU., entre otras medidas. "Van a contraatacar y van a contraatacar duro", asevera al respecto Scott Kennedy.
"Este es el comienzo de un período difícil en las relaciones entre EE.UU. y China", confirma a Bloomberg David Dollar, ex agregado del Tesoro de EE.UU. en Pekín y miembro de la Institución Brookings en Washington. Según el experto, "estas medidas iniciales son modestas y es probable que sean recibidas con movimientos proporcionales de los chinos". La pregunta clave es "si el proteccionismo de Estados Unidos aumentará, lo que dañaría a ambas economías", advierte Dollar.
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