La cadena estadounidense NBC News, citando a altos funcionarios de inteligencia y asesores del Congreso de EEUU, informó el miércoles que “el reforzamiento del control del poder” por el presidente chino, Xi Jinping, el sistema de “vigilancia electrónica” de China, la lucha del Gobierno contra las protestas en Hong Kong y el estricto y duradero cierre provocado por la pandemia de COVID-19 obstaculizaron el proceso de recopilación de datos para la inteligencia estadounidense.
En este sentido, NBC News se ha referido a un informe anterior sobre una red de informantes de inteligencia que fue destapada en China, lo que provocó el arresto y la ejecución de al menos 20 personas. Conforme a la fuente, se trató de “una de las brechas de inteligencia más significativas en la historia estadounidense”.
AL respecto, el presidente de la consultora de riesgo político China Strategies Group, Chris Johnson, señaló que el fortalecimiento del poder durante el mandato de Xi y el cierre por el COVID-19 “hicieron muy difícil conseguir información autorizada desde el sistema”.
“Entonces, en términos más amplios, la expansión de su capacidad de vigilancia y monitoreo durante años hace [el proceso de recopilación de datos] muy, muy desafiante”, recalcó Johnson, exanalista sénior de China en la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de EEUU.
A su vez, Dennis Wilder, ex subdirector adjunto en la CIA para Asia Oriental y Pacífico y ahora investigador de la Iniciativa de Diálogo EEUU-China sobre Problemas Globales en la Universidad de Georgetown, puso de relieve que “es difícil penetrar en el anillo interior”.
El canciller chino, Qin Gang, culpó esta semana a EE.UU. de aumentar las tensiones entre Washington y Pekín y advirtió que si la Casa Blanca no cambia de rumbo, habrá “conflicto y confrontación”.
De acuerdo con el ministro chino de Asuntos Exteriores, EE.UU. alega que busca superar a China compitiendo, aunque en realidad su denominada “competencia” significa “contener y suprimir a China en todos los aspectos” y encerrar a los dos países en un juego que no genera beneficios a ninguno.
Las tensiones entre China y EE.UU. están en su nivel más alto en los últimos años, entre otras cuestiones, por el apoyo estadounidense a Taiwán en actividades como la venta de armas y las visitas de funcionarios norteamericanos a la isla que Pekín considera parte inseparable de su territorio, bajo el principio de ‘una sola China’.
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