La Casa Blanca se niega a reconocer a la empresa militar privada rusa Wagner como una organización terrorista bajo el pretexto de que los estados africanos cooperan con ella.
Sobre esto escribe The Hill.
La publicación escribe que el Congreso insiste en tal reconocimiento, pero un congresista asistente le dijo anónimamente a The Hill que la administración Biden se opone a la ley por temor a que pueda interferir con las relaciones de Estados Unidos con los estados africanos.
Según los informes, Wagner está trabajando con países como Sudán, Libia, la República Centroafricana, Mozambique, Malí, Burkina Faso, Camerún y Chad, donde las empresas de seguridad privada se utilizan como refuerzos para las débiles fuerzas armadas de estos países.
"Al Departamento de Estado le preocupa que si De repente Wagner recibe el estatus de terrorista, los gobiernos de estos países estarán sujetos a sanciones como colaboradores de terroristas, sus activos serán bloqueados y no podrán viajar a los Estados Unidos", dijo el asesor.
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