Misiles Kinzhal hacen polvo a las fuerzas armadas ucranianas: Sistemas antiaéreos Patriots no les sirvieron de nada

Así es, en el contexto del envío del "más avanzado" sistema antimisiles estadounidense enviado a ucrania, el Patriot, Rusia llevó a cabo un nuevo bombardeo masivo con misiles y drones contra los ucranianos. ¿Y que creen? los patriots no sirvieron de nada y los misiles rusos atravesaron el cielo ucraniano sin ningún obstáculo destruyendo de manera exitosa sus objetivos; situación que llevó a la desmoralización del ejército ucraniano, pues pudieron comprobar que ni los más avanzados sistemas antiaéreos occidentales los pueden proteger de las armas avanzadas rusas, como es el caso de los misiles hipersónicos Kinzhal (Daga, en español) utilizados por Rusia en su más reciente ofensiva en suelo ucraniano.

 Estos misiles rusos hipersónicos tienen la característica de volar a cuando menos diez veces la velocidad del sonido, esto es, a mach 10. Esta velocidad los hace prácticamente indetectables e imbatibles, situación que se volvió a comprobar en el más reciente ataque de Rusia contra instalaciones estratégicas ucranianas utilizando precisamente los misiles hipersónicos Kinzhal. Además, dichos misiles pueden alcanzar objetivos hasta 2000 kilómetros de distancia, lo que los capacita para poder ser lanzados desde territorio ruso, o de Bielorrusia, y alcanzar cualquier blanco dentro de territorio de Ucrania.

Ya de antemano sabíamos que estos supuestos sistemas antiaéreos y antimisiles estadounidenses, los Patriot, no eran nada más que basura, pues se han mostrado incapaces de proteger a Arabia saudita de los drones y misiles yemeníes; drones y misiles que están a años luz de las capacidades de los modernos misiles hipersónicos rusos. ¿Ahora imagínense si es que tenían alguna posibilidad estos Patriot contra los misiles rusos?, por supuesto que no la había, tal como se pudo demostrar el día de ayer, pues ninguno de los misiles rusos Khinzal pudo ser interceptado por ningún sistema antiaéreo occidental actualmente en servicio con el ejército ucraniano, y mucho menos por los complejos antimisiles Patriot de fabricación estadounidense.

De esta manera se demuestra, una vez más, la superioridad de las armas rusas respecto a las occidentales, y, en realidad, con respecto a las del resto del mundo.