El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksiy Reznikov, ha hecho el anuncio este martes.
Se trata de la primera de las dos baterías Patriot, fabricadas por Estados Unidos y prometidas a Ucrania por la Administración de Joe Biden, a través del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en diciembre de 2022.
La segunda batería puede ser incorporada a las filas del Ejército ucraniano a finales de este mes. Desde Rusia, habían advertido a EE.UU. de manera seria sobre el envío de tales sistemas de mayor alcance al país eslavo.
El conflicto entra en nueva fase
Los Patriot en Ucrania son una señal elocuente del compromiso a largo plazo de Occidente, encabezado por EEUU, con Ucrania, sin embargo, ante este movimiento, Rusia muy probablemente replanteará sus objetivos y estrategias en la operación militar especial que lleva a cabo en suelo ucraniano.
Moscú ha tildado los planes de emplazamiento de los Patriot de “una provocación” y de una mayor expansión de la participación militar estadounidense en Ucrania. Sobre todo, Rusia indicó que esos misiles se convertirán en “objetivos legítimos” para ataques con misiles, una declaración que hizo incluso antes del inicio de la guerra.
Desde la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) insisten en que este escudo antimisiles de largo alcance asegurará el espacio aéreo de los miembros del bloque militar occidental en Europa del Este.
El escudo más sofisticado de EEUU
Los reportes de datos abiertos precisan que Patriot es el mejor sistema de misiles tierra-aire de Estados Unidos, aunque algunos de sus aliados más cercanos también los tienen, Alemania, España, Grecia, Países Bajos, Rumanía, Suecia, entre otros. Es un sistema de defensa aérea de largo alcance capaz de derribar misiles de crucero, misiles balísticos de corto alcance, entre otros artilugios letales. Son muy precisos; cada misil Patriot cuesta alrededor de tres millones de dólares.
Con un rango efectivo de ataque al objetivo de hasta 120 kilómetros, estos sistemas son capaces de detectar objetivos en rangos de hasta 180 y 200 kilómetros, al menos teóricamente.
Para ser operados estos sistemas, las fuerzas ucranianas han de tener que ser entrenadas en un tercer país por un periodo de tiempo extenso, según la Casa Blanca. Algunos se desplazaron hasta EE.UU. y se baraja Alemania a partir de enero.
Es probable que sea posicionado alrededor de un recurso estratégico o una ciudad clave como protección adicional. No sabremos dónde, ya que una vez los sistemas occidentales pasan a manos ucranianas se convierten efectivamente en su propiedad, bajo el control de su Ejército Nacional.
Los Patriot en Ucrania son una señal elocuente del compromiso a largo plazo de Occidente, encabezado por EEUU, con Ucrania, sin embargo, ante este movimiento, Rusia muy probablemente replanteará sus objetivos y estrategias en la operación militar especial que lleva a cabo en suelo ucraniano.
Moscú ha tildado los planes de emplazamiento de los Patriot de “una provocación” y de una mayor expansión de la participación militar estadounidense en Ucrania. Sobre todo, Rusia indicó que esos misiles se convertirán en “objetivos legítimos” para ataques con misiles, una declaración que hizo incluso antes del inicio de la guerra.
Desde la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) insisten en que este escudo antimisiles de largo alcance asegurará el espacio aéreo de los miembros del bloque militar occidental en Europa del Este.
El escudo más sofisticado de EEUU
Los reportes de datos abiertos precisan que Patriot es el mejor sistema de misiles tierra-aire de Estados Unidos, aunque algunos de sus aliados más cercanos también los tienen, Alemania, España, Grecia, Países Bajos, Rumanía, Suecia, entre otros. Es un sistema de defensa aérea de largo alcance capaz de derribar misiles de crucero, misiles balísticos de corto alcance, entre otros artilugios letales. Son muy precisos; cada misil Patriot cuesta alrededor de tres millones de dólares.
Con un rango efectivo de ataque al objetivo de hasta 120 kilómetros, estos sistemas son capaces de detectar objetivos en rangos de hasta 180 y 200 kilómetros, al menos teóricamente.
Para ser operados estos sistemas, las fuerzas ucranianas han de tener que ser entrenadas en un tercer país por un periodo de tiempo extenso, según la Casa Blanca. Algunos se desplazaron hasta EE.UU. y se baraja Alemania a partir de enero.
Es probable que sea posicionado alrededor de un recurso estratégico o una ciudad clave como protección adicional. No sabremos dónde, ya que una vez los sistemas occidentales pasan a manos ucranianas se convierten efectivamente en su propiedad, bajo el control de su Ejército Nacional.
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