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viernes, 10 de marzo de 2023

Su-35 de Rusia: ¿Una bendición para la Fuerza Aérea iraní?

Moscú y Teherán están empezando a apoyarse más mutuamente en medio de su aislamiento internacional compartido.



El supuesto plan de Irán de adquirir la plataforma rusa de aviones de combate Sukhoi Su-35 es el último indicio del fortalecimiento de los lazos entre los dos Estados autoritarios.

A principios de este mes, el New York Times informó de que una base subterránea de las fuerzas aéreas iraníes podría albergar un cargamento de los principales aviones de combate rusos.

Si se produce, el acuerdo es significativo a muchos niveles.

Los contratos del Su-35 con Argelia, Indonesia y Egipto fracasaron en los últimos años debido a la presión de las sanciones económicas de Estados Unidos, dejando a China como el único ejército, además de Rusia, que posee la plataforma de cuarta generación. La compra del Su-35 por parte de Irán acercaría aún más al Estado rebelde a los principales adversarios de Estados Unidos.

Además, es probable que el Kremlin esté entregando sus cazas como una especie de reembolso al régimen iraní por proporcionar a las fuerzas rusas la mayoría de los drones letales que utilizan en Ucrania. Moscú y Teherán están empezando a apoyarse más mutuamente en medio de su aislamiento internacional compartido.

¿Qué es el Su-35?

Designado por la OTAN como “Flanker-E”, la plataforma Su-35 es un fuselaje bimotor y supermaniobrable que fue conceptualizado a principios de la década de 1980. Al igual que otros cazas rusos, el Su-35 es una versión modificada del Flanker original: el Su-27. Moscú suele presumir de que la variante mejorada combina las mejores cualidades de un caza moderno -velocidad supersónica, supermaniobrabilidad y largo alcance- con cualidades como mayor carga útil, capacidad para transportar más armas y reducción de las firmas de radar que definen a los sólidos fuselajes tácticos.

Una de las capacidades más destacadas del Su-35 es su velocidad. El caza puede volar a aproximadamente 1.500 millas por hora (Mach-2,5), que es la misma velocidad máxima que el F-22 Raptor y, de hecho, más rápido que el F-35 Lightning II.

El avión también tiene una autonomía de vuelo de más de 3.000 kilómetros y un techo de servicio de unos 18.000 metros.

Aunque el Su-35 posee algunas cualidades admirables, tiene carencias importantes. El mejor caza ruso es el único de su generación que no dispone de radar de barrido electrónico ni de fusión de sensores. Todos los cazas de cuarta generación fabricados en Estados Unidos poseen estos sistemas de salto de frecuencia, más resistentes a las interferencias. Así pues, el Su-35 es el aviónica más débil de sus homólogos.

Mejora del arsenal aéreo iraní

Dado que el estado actual de las fuerzas aéreas iraníes es pésimo, en el mejor de los casos, la llegada de aviones de combate de cuarta generación supondría una gran ayuda para el régimen. Los viejos F-14 Tomcat y F-4 Phantom II son algunas de las mejores plataformas utilizadas por los pilotos iraníes. Aunque estos cazas fueron en su día los mejores, no servirían de mucho contra los avanzados cazas de cuarta y quinta generación que surcan los cielos hoy en día.

Además de recibir el Su-35, Irán espera que Rusia le proporcione sistemas de misiles S-400. Estos sistemas podrían dificultar el avance de Israel. Estos sistemas podrían dificultar el ataque de Israel o de Estados Unidos contra las instalaciones nucleares iraníes, ya que los aviones podrían ser derribados después de lanzar un ataque.

En los últimos años, Moscú y Teherán han recurrido el uno al otro para satisfacer sus necesidades militares, y también han forjado una incipiente alianza económica. La noticia de la compra prevista de cazas Su-35 por parte de Irán probablemente irá seguida de futuros acuerdos comerciales entre los dos Estados delincuentes.

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