Más temprano, el 24 de noviembre, el primer ministro belga, Alexander de Croo, y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, visitaron el cruce fronterizo de Rafah, ubicado entre Egipto y la Franja de Gaza, donde, en su declaración conjunta, pidieron un alto el fuego permanente en el enclave palestino.
"Condenamos las falsas declaraciones de los primeros ministros de España y Bélgica que apoyan el terrorismo, y después de sus palabras los embajadores de esos países serán llamados a una dura conversación de reprimenda", expresó Cohen en la red social X.
El canciller agregó que Israel "actúa de conformidad con el derecho internacional" y lucha con "una organización terrorista que es peor que ISIS" (autodenominado Estado Islámico, prohibido en Rusia y otros países).
"Reanudaremos las hostilidades después del fin del alto el fuego, hasta el final del gobierno de Hamás en Gaza y la liberación de todos los secuestrados", subrayó Cohen.
El 23 de noviembre, De Croo y Sánchez celebraron reuniones en Israel con el primer ministro, Benjamin Netanyahu y el presidente, Isaac Herzog. Después, los dos líderes se dirigieron a Cisjordania, donde se reunieron con el presidente de Palestina, Mahmud Abás.
El 24 de noviembre, a las 05:00 GMT, entró en vigor la tregua humanitaria de cuatro días que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, negoció con el movimiento palestino Hamás, que gobierna la Franja de Gaza, tras semanas de hostilidades.
El acuerdo de tregua, pactado con la mediación de Catar, estipula la liberación de 50 rehenes israelíes, mujeres y niños en su mayoría, a cambio de 150 prisioneros palestinos y el ingreso de ayuda humanitaria, suministros médicos y combustible a la Franja de Gaza.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Galant, supuso, sin embargo, que, tras "una pausa breve", las operaciones bélicas en la Franja de Gaza van a continuar "con intensidad" durante dos meses más como mínimo.
La nueva espiral del conflicto palestino-israelí, desatada con el ataque sorpresa que Hamás lanzó el pasado 7 de octubre, ha causado hasta la fecha unos 1.200 muertos y cerca de 5.500 heridos en Israel y más de 14.800 muertos y uno 36.000 heridos en Gaza, según los últimos datos oficiales.
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