Desde hace tiempo se ha venido advirtiendo por este medio que se preparaba al caza ruso de quinta generación, el Su-57, para poder operar con un enjambre de drones, convirtiéndose en líder de la cuadrilla.
Pues bien, el día de hoy el ministerio de defensa ruso, así como el fabricante de los Su-57, la corporación unida de aviación (UAC, por sus siglas en inglés) acaban de anunciar que finalmente este proyecto se ha hecho realidad y ahora mismo el poderoso avión de combate ruso puede transportar mini drones en su interior, así como en carlingas externas.
Estos mini drones serían lanzados desde el aire, pudiendo desempeñar funciones de ataque aéreo, ataque a tierra, reconocimiento y guerra electrónica. De esta manera el avión ruso se convierte en el primer caza del mundo en poder realizar esta función, es decir, la de poder transportar mini drones y poder lanzarlos desde el aire para crear un enjambre de vehículos aéreos no tripulados controlados por el piloto del caza ruso, así como por la inteligencia artificial incorporada en el mismo avión ruso Su-57.
Estas características corresponden a los aviones de combate de sexta generación, tanto a los que están ya en desarrollo, como el NGAD (siglas en inglés de “Dominio Aéreo de Próxima Generación”) estadounidense, como a los que están todavía en fase de proyecto, como los británicos Tempest, y, el FCAS (Future Combat Air System) europeo.
Desde el inicio se dijo por este canal que en realidad el caza ruso era un avión de combate de sexta generación, a decir verdad, el primero en el mundo, y esta nueva capacidad agregada al caza ruso lo confirma; porque no es solo que el Su-57 pueda desplegar y controlar un enjambre de drones, sino que también ya incorpora una inteligencia artificial avanzada, así como misiles hipersónicos y armas de energía dirigida, armas láseres y armas de microondas, todas tecnologías ya de sexta generación.
Asimismo, el caza ruso dispone de sensores de sexta generación, como lo son sus avanzados sensores IRST (Búsqueda y seguimiento por infrarrojos), tecnología de la cual ni siquiera el avanzado caza norteamericano F-22 dispone.
Todas estas características ya corresponden a los aviones de la sexta generación, por lo que podemos afirmar que el caza ruso Su-57 es en realidad un avión de combate de sexta generación; y si no de sexta, sí muy cercano a ella, lo que se podría calificar de la generación 5 + +; que, en todo caso, sería el primero de su tipo en todo el mundo.
Y no olvidemos que el avión ruso acaba de estrenar los motores de segunda etapa, los ildesiye 30; motores que no tienen análogos en el mundo, pues son un 20% más eficientes y poderosos que los motores que equipa el F-22 estadounidense, y un 30% más eficientes y potentes que los motores que montan los F-35 estadounidenses.
Estos mini drones que llevará consigo el caza ruso Su-57, como lo repito, serán para combate aéreo, ataque a tierra, reconocimiento y guerra electrónica; esto significa que el avión ruso podrá penetrar profundamente las defensas aéreas enemigas y destruirlas en el acto; esto es así porque el avión ruso es invisible a los radares enemigos, por lo que puede penetrar de manera desapercibida en el mismo corazón del territorio enemigo, desplegando sus drones, drones que se encargarán de anular las defensas antiaéreas mediante guerra electrónica, mientras que los otros drones se encargarán de destruirlas mediante misiles o cañones aéreos, o lanzándose directamente contra los objetivos, como hacen los actuales drones kamikaze; y no solo destruirán las defensas antiaéreas enemigas, tarea que sería la prioridad, pues una vez anuladas las defensas aéreas procederían a destruir toda la infraestructura militar del rival, incluyendo los centros de mando y control, hangares, fábricas militares, concentraciones y almacenes militares.
Por otro lado, si es qué de casualidad fuese detectado el avión Su-57 por los radares enemigos, y fuesen enviados aviones de combate a interceptarlo, el Su-57 desplegaría sus drones de combate aéreo para protegerle y proceder a la destrucción de las aeronaves enemigas enviadas para derribarle.
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