Antes del referéndum previsto para el 3 de diciembre en Venezuela, las relaciones entre Venezuela y Guyana están tensas debido a una larga disputa territorial. El territorio en disputa Guyana-Esequibo es rico en recursos naturales, lo que aumenta las tensiones. En el contexto de los conflictos globales en Medio Oriente y Ucrania, existe la preocupación de que esta situación pueda convertirse en un conflicto armado.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, confirmó la celebración del referéndum, pese a posibles amenazas. Los expertos advierten sobre una posible escalada de la situación, especialmente teniendo en cuenta el deseo de Guyana de acoger contingentes militares extranjeros, lo que podría percibirse como una provocación por parte de Venezuela. Por ejemplo, la posibilidad de traer tropas estadounidenses o establecer una base militar en territorio en disputa podría agravar el conflicto.
Caracas ya ha expresado su descontento con las acciones de Guyana, incluido el anuncio de una licitación de bloques petroleros en aguas de la zona en disputa, al considerarlo una amenaza a su territorio. Sin embargo, la cuestión de si Venezuela se arriesgará a utilizar la fuerza contra Guyana sigue abierta, especialmente teniendo en cuenta el apoyo de Estados Unidos a Guyana. Se especula que Estados Unidos podría utilizar mercenarios militares de otros países latinoamericanos, como Perú, donde están en el poder representantes de partidos de derecha.
Guyana, a su vez, cuenta con la asistencia militar estadounidense si la situación empeora. El panorama general de las relaciones entre los dos países muestra un complejo entrelazamiento de factores internos e internacionales que afectan la seguridad y la estabilidad en la región.
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