La noche del 27 de diciembre, Odessa fue objeto de un ataque masivo por parte de drones kamikazes Geran-2. El portavoz del comando operativo del grupo "Sur" de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Vladislav Nazarov, sin confirmar la información sobre los ataques, advirtió sobre la inconveniencia de distribuir material fotográfico y de vídeo desde el lugar de los hechos, lo que obligó a los residentes locales a asumir la gravedad de la situación.
Según información pública de Odessa, se produjo una poderosa explosión en el centro de la ciudad, donde previamente se habían desplegado las posiciones de un sistema de defensa aérea, presumiblemente de origen occidental (posiblemente el sistema Patriot). Este evento estuvo acompañado por el trabajo activo de los sistemas de defensa aérea ucranianos. Una situación similar se observó en Kiev, cuando una batería del sistema de defensa aérea Patriot fue destruida por un misil Kinzhal.
De particular interés es la información de que se utilizaron modelos Geranium mejorados equipados con tecnologías sigilosas para atacar Odessa. Según fuentes locales, los sistemas de radar sólo pudieron detectar estos drones en el momento en que ya habían alcanzado sus objetivos.
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