Así es, con toda probabilidad el exmandatario estadounidense Donald Trump volverá a ganar las elecciones presidenciales estadounidenses para convertirse en el nuevo presidente norteamericano; esto, sin duda, traerá consecuencias para el resto de los países del mundo, siendo muy probable que renueve la guerra comercial en marcha contra China, pero también puede iniciar nuevas guerras comerciales con terceros países, entre ellos México.
Recordemos que en días anteriores el hoy candidato presidencial Donald Trump ha amenazado a México con imponer aranceles del 30% a las exportaciones mexicanas al país del norte. Se entiende que estas amenazas no tienen ningún sustento legal, sino que solo son amagues de Trump para obligar al gobierno mexicano a ceder ante sus caprichos, y para obligar a que México acepte sus condiciones, condiciones que sin duda buscan beneficiar a la industria y empresas estadounidenses en detrimento de los empresarios mexicanos y de la economía nacional.
No olvidemos que fue precisamente Donald Trump el que inició la guerra comercial contra China y el que impulsó la modificación del antiguo tratado de libre comercio de Norteamérica, esto con el fin de lograr mejores condiciones para los estadounidenses; cosa que, sin embargo, no sucedió a su antojo, sino que pasó todo lo contrario y más que beneficiar a los estadounidenses, el nuevo tratado de libre comercio de Norteamérica, hoy conocido como el T-L-CAN, contribuye al despegue de la economía mexicana y a una mayor desindustrialización de EEUU y Canadá; porque no olvidemos que desde hace décadas EEUU se está desindustrializando y reconvirtiendo su economía a una economía financierista, es decir, especulativa; en una economía basada en instrumentos financieros especulativos pero no en una economía real, o sea, en una economía productiva.
Y pese a que la renegociación del antiguo TLC buscaba atraer a los inversores a suelo norteamericano, esto no ha sido así y muchos siguen buscando establecer sus industrias en México, u otros países, como es el caso de China, pero no en EEUU.
Pues bien, el inminente triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EEUU traerá nuevos conflictos comerciales en el mundo, siendo uno de los países más afectados posiblemente México.
Por otro lado, esta situación también traerá una reconfiguración en la geopolítica internacional, previéndose un apoyo renovado al gobierno israelí, así como una posible distención del conflicto en Ucrania, pero sin duda también traerá nuevas sanciones a Irán, así como una presión internacional cada vez mayor; es por eso que la incorporación del país persa al BRICS resulta tan importante, pues esto los librará de muchas posibles sanciones que les tratará de imponer nuevamente el tío Sam. No olvidemos que el Grupo BRICS es un organismo internacional liderado por Rusia y China que busca la independencia del dólar y del sistema del dólar, cómo podría ser del sistema de pagos internacionales Swift controlado por Washington y por el dólar.
Y tampoco olvidemos que anteriormente Donald Trump amenazó a todos los países que abandonaran el sistema del dólar con sanciones y aranceles del 100% a sus productos; sin embargo, como en el caso de China, los países buscarán acelerar la desdolarización del mundo y desarrollar tecnologías financieras e industriales fuera del sistema del dólar y del control de Washington, lo que llevará a una aceleración de la desdolarización del mundo, así como a una independencia tecnológica de las tecnologías estadounidenses, lo que eventualmente llevará al colapso del país norteamericano; porque recordemos que todo su poder (el de los norteamericanos) se basa en la hegemonía del dólar, pero una vez desaparezca esa hegemonía, también todo su poder desaparecerá, y Donald Trump solo acelerará ese proceso.
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