La Fuerza Aérea de EE.UU. ha extendido este lunes la suspensión, decretada tres días antes, a los vuelos de 55 cazas F-35A de una base aérea para investigar los fallos detectados en sus sistemas de producción de oxígeno desde el pasado 2 de mayo. En concreto se trata de cinco incidentes por falta de oxígeno en pleno vuelo registrados en la base aérea Luke del Estado de Arizona
En todos los casos los pilotos, que presentaron síntomas de hipoxia, lograron aterrizar gracias al cumplimiento de los procedimientos previstos y al funcionamiento normal de los sistemas de oxígeno de reserva, según reza un comunicado oficial de la Fuerza Aérea de EE.UU.
Rebecca Heyse, portavoz de la 56.ª Ala de Combate de la Fuerza Aérea de EE.UU. basada en Luke, confirmó este lunes al portal Defense News que los problemas fueron registrados en diferentes aviones F-35A, pertenecientes a distintos escuadrones y que provienen de varios lotes de producción. En este sentido, no está claro por qué los fallos se manifestaron solo en esta base aérea. Los especialistas llegaron a la base este domingo para investigar el asunto.
Los cazas F-35 tienen fama de ser los aviones más caros de la historia. El precio de los 2.443 cazas ordenados por las fuerzas armadas de EE.UU. asciende a 379.000 millones de dólares y aún podría aumentar, informa AFP.
Además, el programa F-35 se ha visto afectado por numerosos problemas que afloraron durante las pruebas. En 2014 sus vuelos fueron suspendidos durante casi un mes tras incendiarse el motor de un F-35 durante el despegue.
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