La operación de ataque de la Fuerza Aérea israelí contra objetivos sirios en la provincia de Latakia desembocó en el derribo de un avión ruso de reconocimiento y causó la muerte de 15 militares rusos.
"Inconsistencias inadmisibles en las acciones de Estados llevan a serias pérdidas entre los militares, lo cual es inaceptable", comentó sobre el derribo del avión ruso Il-20 Vladímir Bogatiriov, presidente del Consejo de Administración de la Asociación Nacional de Oficiales de la Reserva de las Fuerzas Armadas rusas.
En un comentario a Sputnik, Bogatiriov destacó que existe toda una red de acuerdos políticos y militares y una tarea específica: garantizar la expulsión de los terroristas del territorio de Siria y crear las condiciones para el proceso constitucional y, en última instancia, un acuerdo pacífico en este país.
No obstante, Israel violó los acuerdos existentes, no utilizó las capacidades, la fuerza y los medios de las líneas de comunicación entre los militares, y como resultado, se produjo la tragedia.
Bogatiriov espera que este acontecimiento también enseñe algo a los militares rusos para que empiecen a supervisar con más ahínco las acciones de los Estados vecinos y sus Fuerzas Armadas.
"En cualquier caso, Rusia y sus Fuerzas Armadas presentarán demandas contra Israel. Todavía es complicado predecir las consecuencias políticas y militares, pero es un hecho que esta es una lección muy dura para todos aquellos que luchan contra el terrorismo en Siria. Y las conclusiones deben ser políticas, diplomáticas y militares", aseguró el analista militar.
Sin lugar a dudas, las acciones de Israel hacia Siria son agresivas. Sus ataques y sus bombardeos no se ajustan a ninguna norma del derecho internacional. Lo hacen sin invitación, sin una decisión apropiada por parte del Gobierno legítimamente elegido de Siria", argumenta Yuri Shvitkin, subjefe del Comité de Defensa de la Duma —Cámara Baja del Parlamento ruso—.
A su juicio, los israelíes no son más que "un aparato auxiliar" de EEUU en la implementación de su plan y "tienen toda la responsabilidad" en haber provocado el derribo del Il-20 mediante un misil S-200.
Rusia, por su parte, debería llevar a cabo una investigación apropiada, seguida por acciones deliberadas. No es posible limitarse solo a las palabras.
Israel expuso a un Il-20 ruso con 15 militares a bordo a un ataque de la defensa antiaérea de Siria. Los israelíes no avisaron con antelación sobre la operación al mando del contingente ruso, por lo que no dio tiempo a retirar el avión ruso a una zona segura. Como resultado, toda la tripulación falleció.
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