Pues nada, que una serie de poderosos terremotos y tsunamis recorren la faz de la tierra, desde Japón hasta Alaska y tierra de fuego.
Esto no parece normal ni usual, es algo que da a que pensar, y sospechar.
Desde el pasado se ha hablado de armas que generan terremotos y tsunamis. Desde el tiempo de Nikola tesla ya se sabía que era posible fabricar armas que generaran potentes terremotos; y si un terremoto ocurre en el suelo marino tiende a generar potentes tsunamis.
También Rusia en la década de los años sesenta había investigado la posibilidad de crear terremotos artificialmente y usar esa técnica contra sus enemigos, inclusive se dice que realmente construyó y probó máquinas que tenían esa capacidad.
Tesla utilizó el concepto de resonancia para generar potentes sismos a través de una máquina que golpeaba rítmicamente cierta estructura u objeto, vibración que se hacía coincidir con la frecuencia de resonancia de dicha estructura; de esta manera el movimiento de la máquina que realizaba el golpeteo se amplificaba enormemente lo que generaba como respuesta un potente terremoto. Esta técnica se podía aplicar fácilmente en puentes, edificios o cualquier otra estructura para provocar su derrumbe de manera sencilla sin necesidad de utilizar una gran cantidad de energía. Pero si esta técnica se aplicase al mismo manto terrestre, la consecuencia lógica sería que se provocase un potente terremoto.
Y esto parece ser que es precisamente el método que se está utilizando para generar esta serie de potentes terremotos y tsunamis que están recorriendo la faz de la tierra. El instrumento que se podría estar empleando para generar esta serie de golpeteos rítmicos para provocar el posterior terremoto podría ser la detonación de pequeñas cargas nucleares.
No olvidemos que desde hace años se han detectado niveles inusualmente altos de partículas radiactivas en los cielos de Europa; fenómeno que hasta la fecha no se le ha encontrado una explicación lógica. Pues bien, esta podría ser la explicación a dicho fenómeno.
También mediante la utilización de potentes antenas se podría ionizar la atmósfera terrestre a través del bombardeo de esta con ondas electromagnéticas y enviar esa carga eléctrica por todo el mundo a provechando la cualidad de refracción y rebote que posee la misma atmósfera. Estas cargas eléctricas lanzadas de esta manera a la alta atmósfera tienen la particularidad de calentarla modificando de esta manera su conductividad eléctrica y, por consiguiente, su poder para transmitir señales de radio o de cualquier otro tipo de ondas electromagnéticas. De esta forma estas máquinas se podrían utilizar como arma para afectar las comunicaciones del enemigo y alterar el clima, así como para alterar el correcto funcionamiento de satélites artificiales.
Pero otra característica que poseen estas ondas electromagnéticas de muy baja frecuencia (ELF), usualmente de 3 a 300Hz (o ciclos por segundo), utilizadas parta alterar de esta manera la atmósfera terrestre, es la de inducir una potente carga eléctrica en el subsuelo de la tierra. De esta manera se logra calentar y modificar las propiedades eléctricas del subsuelo; de manera análoga a lo que sucede en la atmósfera.
Pero otra característica de estas ondas es la de no poder penetrar mas allá de diez kilómetros bajo la corteza terrestre. Pero esta carga eléctrica inducida también puede generar potentes sismos; sismos que tendrían como epicentro un punto ubicado a no más de diez kilómetros de profundidad.
Y casualmente los últimos terremotos experimentado por la tierra han tenido un epicentro que coincide con los diez kilómetros de profundidad; razón más que suficiente para sospechar de la utilización de este tipo de tecnología para generar los últimos terremotos y tsunamis que ha experimentado la tierra.
¿Recordarán que el ultimo terremoto acontecido en la ciudad de México, el 19 de septiembre pasado, se vieron potentes destellos de luz que salían del interior de la tierra?, pues bien, estos destellos eran la confirmación de que hay grandes cargas eléctricas latentes en el interior del subsuelo, cargas que cuando explotan pueden generar potentes sismos; y si a esas cargas latentes se les aplica una carga extra es lógico que exploten como consecuencia del contacto entre cargas de diferente polo, es decir, el choque entre cargas positivas y negativas, lo que genera una explosión, y esto, a su vez, un sismo.
Cabe aclarar que aprovechando la capacidad de rebote de las ondas electromagnéticas que posee la alta atmósfera se logra enviar esas ondas a cualquier punto de la tierra. Así que no importa donde se encuentre el instrumento que genere esas ondas electromagnéticas, estas se pueden enviar a cualquier parte del planeta y, por consiguiente, inducir esa carga eléctrica en el subsuelo terrestre y de esta manera provocar un sismo.
Algunos de los instrumentos que pueden generar este tipo de onda electromagnética y proyectarla hacia la atmosfera es el famoso HAARP ubicado en Alaska. Pero también existen otros instrumentos de este tipo en el mundo, como el SURA ubicado en la región rusa de Novgorod, y el chino Meridian. También creo recordar que hay uno en Sudamérica pero no recuerdo si en Chile o Perú, y tampoco recuerdo el nombre; pero creo que se encuentra en Perú, en Jicamarca; esta instalación estaría a cargo del gobierno norteamericano (Pentágono).
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