Rusia vuelve a denunciar violaciones de Israel a la soberanía de Siria y alerta de las consecuencias desestabilizadoras de tal conducta para el país árabe.
“Tales acciones (...) desestabilizan aún más la situación y podrían conducir a una escalada”, ha advertido este jueves el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, en una entrevista con el diario árabe Al-Sharq al-Awsat, rechazando así los bombardeos israelíes que el régimen de Tel Aviv realiza a menudo sobre las posiciones del Ejército de Siria.
Rusia, como un aliado clave de Siria, le sigue apoyando en su lucha antiterrorista y, determinado en la restauración de la estabilidad en este país, ha expresado su rechazo rotundo a cualquier acto que socave el proceso de la normalización de la situación en la nación árabe tras ocho años de guerra.
El país euroasiático ya ha impedido varios ataques aéreos del régimen de Israel contra los puestos de las fuerzas sirias. Es más, amenazó a mediados de septiembre con derribar cazas israelíes con sus avanzados sistemas de defensa aérea S-400.
La firme oposición de Moscú en contra de los bombardeos del régimen de Tel Aviv en el territorio sirio, en particular, sobre las posiciones del Ejército, se produce dentro del mismo marco.
A este respecto, Lavrov también se ha referido a la presencia de las fuerzas extranjeras como de EE.UU. en Siria, que según ha indicado, al contrario de la de Irán, carecen de legitimidad, por no contar con el aval del Gobierno de Damasco y no estar basada en una resolución pertinente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU).
“Cuando los elementos clave de (el grupo terrorista) EIIL (Daesh, en árabe) en Siria sean derrotados, surgirán preguntas sobre el propósito de la presencia continua de Estados Unidos en suelo sirio”, ha dicho.
Para el máximo diplomático ruso, lo que Washington persigue en Siria es “evitar la restauración de la integridad territorial de Siria”, en violación directa de la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad.
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