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miércoles, 19 de mayo de 2021

Armas de energía dirigida rusas barren con misiles israelíes y enferman a soldados estadounidenses

Armas de energía dirigida rusas barren con misiles israelíes y enferman a soldados estadounidenses

Así es, la potencia militar de Rusia se ve una vez mas demostrada al utilizar sus modernos sistemas de energía dirigida y guerra electrónica para abatir misiles israelíes disparados contra posiciones militares dentro del territorio sirio.

Ya en videos anteriores les hablaba de como Rusia utilizaba sus sistemas de alerta temprana, así como sus sistemas antiaéreos Pantsir-S1, S-300 y S-400, para derribar los misiles lanzados por el anterior presidente norteamericano, Donald Trump, contra posiciones del ejército sirio en el año 2018. También les comentaba como Rusia, utilizando estos mismos medios, hacía añicos a los misiles israelíes lanzados contra territorio sirio.

También entonces les comentaba de como Rusia utilizaba sus sistemas de guerra electrónica, así como sus aviones de alerta temprana y control aéreo, para suprimir las señales electrónicas de los enemigos y así inhabilitar sus armas, sus misiles y sus drones.  Asimismo, les hablaba de como Rusia estaba utilizando armas de energía dirigida para derribar dichos misiles y drones de los enemigos; armas como podrían ser láseres de alta potencia antiaéreos, armas de microondas y armas de rayos gamma.

Pues bien, hoy se hace oficial esta información con el envío de al menos tres sistemas de guerra electrónica Krasuja-4, así como varios otros sistemas portátiles de supresión de señales, a la base rusa de Tartús en siria.  Este despliegue de equipos militares responde a las constantes agresiones israelíes contra las fuerzas armadas sirias, situación que Rusia rechaza por completo y que ha advertido que no lo permitirá más, es por ello por lo que traslada este equipo para tal misión, es decir, para suprimir la amenaza israelí.

Pero la cosa no queda ahí, y según informes de inteligencia, Rusia también ha utilizado sus armas de energía dirigida para afectar las capacidades cognitivas y fisiológicas del enemigo, es decir, de las fuerzas militares rivales, en este caso, del ejército estadounidense. Sin embargo, cabe destacar que Moscú ha negado toda responsabilidad, pero el solo hecho de hablarse del tema ya nos da una clara idea de la capacidad de Rusia en el campo de las armas de energía dirigida, un avance que deja a EEUU a años luz de distancia.

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