Medios chinos han informado este domingo de la puesta en marcha de maniobras militares por parte del Ejército Popular de Liberación de China en el noroeste de territorio del gigante asiático, unos simulacros en los que se han puesto a prueba muchas armas y equipos recién comisionados, así como tácticas de despliegue avanzadas.
Al respecto, el diario chino Global Times, citando a un experto en la materia, ha destacado que tales ejercicios demuestran que el Ejército chino ha aumentado rápidamente sus capacidades de combate en los últimos meses, subrayando que tiene la capacidad de desplegar sus tropas y aviones de combate con una gran prontitud, cuando así lo crea necesario.
Durante estas maniobras, una unidad de artillería realizó disparos contra blancos improvisados con lanzacohetes múltiples autopropulsados PHL-11, que acaban de entrar en servicio, en las montañas del Karakórum, a más de 4500 metros de altitud.
Asimismo, se probaron obuses autopropulsados PCL-161 en un simulacro de fuego real en el mismo emplazamiento, pero a más de 5000 metros de altitud. Además, se dispararon múltiples sistemas de lanzamiento de cohetes de largo alcance PHL-03 en un ejercicio que tuvo lugar en una región nevada, simulando la eliminación de grupos blindados hostiles y posiciones de artillería.
En esta línea, una brigada de tropas aerotransportadas de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación realizó un entrenamiento de paracaidismo con aviones de transporte táctico Y-8, utilizando kits de paracaídas y máscaras de oxígeno recientemente desarrollados.
De igual modo, aviones de guerra del Comando del Teatro Occidental practicaron el despliegue de emergencia y maniobras rápidas; en los ejercicios se utilizaron los cazas polivalentes J-16, así como los aviones de transporte estratégico Y-20.
China está aumentado su capacidad militar ante las tensiones con EE.UU. y Taiwán. Al respecto, el gigante asiático ha denunciado sistemáticamente las provocaciones de Washington y su postura hacia el actual gobierno separatista de Taipéi. Por ello, advierte que está lista para entrar en guerra si tratan de que la isla sea independiente.
El asunto de Taiwán, entre otros temas, supone un foco de tensión entre EE.UU. y China, e incluso lleva a los observadores a alertar de una guerra entre ambos bandos a medida que Washington fortalece su presencia militar cerca de Taiwán.
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