Mediante un comunicado emitido este lunes, el Ejército chino ha reportado la entrada ilegal de un buque de guerra estadounidenses en el mar de la China Meridional cerca de las islas Paracelso, disputadas por Pekín y ciertos países de la región.
“Instamos a Estados Unidos a detener de inmediato esas acciones provocativas”, se lee en un comunicado del Comando de Teatro Sur del Ejército Popular de Liberación de China.
¿Qué se cuece en esas aguas?
El mar de la China Meridional se ha convertido en uno de los muchos puntos conflictivos de la tensa relación entre China y Estados Unidos, ya que este último rechaza lo que denomina reivindicaciones territoriales ilegales chinas en esas aguas.
Argumentando el derecho a la libre navegación, los buques de guerra estadounidenses han atravesado en reiteradas ocasiones las aguas en cuestión, en el marco de una demostración de fuerza frente al gigante asiático.
Biden sigue los pasos de Trump
Siguiendo los pasos del exinquilino de la Casa Blanca Donald Trump, el actual Gobierno de EEUU, presidido por Joe Biden, ha dicho que rechaza casi todos los reclamos marítimos de Pekín en el mar de la China Meridional.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, acusó el domingo a China de continuar “coaccionando e intimidando a los Estados costeros del sudeste asiático, amenazando la libertad de navegación en este país”.
Blinken hizo tales declaraciones en un comunicado emitido antes del quinto aniversario (a celebrarse esta semana) del fallo de un tribunal internacional a favor de Filipinas, contra las reclamaciones marítimas de China alrededor de las islas Spratly y los arrecifes y bajíos vecinos. China rechaza el fallo.
También advirtió de un ataque armado por parte de Pekín contra las Fuerzas Armadas filipinas, embarcaciones públicas o aviones en el mar del sur de China, indicando que tal medida “invocaría los compromisos de defensa mutua de Estados Unidos”.
Pekín, no obstante, ve una agenda injerencista detrás de todas las declaraciones de los funcionarios estadounidense y alerta del plan de Washington para militarizar la zona y desatar provocaciones.
El mar de la China Meridional se ha convertido en uno de los muchos puntos conflictivos de la tensa relación entre China y Estados Unidos, ya que este último rechaza lo que denomina reivindicaciones territoriales ilegales chinas en esas aguas.
Argumentando el derecho a la libre navegación, los buques de guerra estadounidenses han atravesado en reiteradas ocasiones las aguas en cuestión, en el marco de una demostración de fuerza frente al gigante asiático.
Biden sigue los pasos de Trump
Siguiendo los pasos del exinquilino de la Casa Blanca Donald Trump, el actual Gobierno de EEUU, presidido por Joe Biden, ha dicho que rechaza casi todos los reclamos marítimos de Pekín en el mar de la China Meridional.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, acusó el domingo a China de continuar “coaccionando e intimidando a los Estados costeros del sudeste asiático, amenazando la libertad de navegación en este país”.
Blinken hizo tales declaraciones en un comunicado emitido antes del quinto aniversario (a celebrarse esta semana) del fallo de un tribunal internacional a favor de Filipinas, contra las reclamaciones marítimas de China alrededor de las islas Spratly y los arrecifes y bajíos vecinos. China rechaza el fallo.
También advirtió de un ataque armado por parte de Pekín contra las Fuerzas Armadas filipinas, embarcaciones públicas o aviones en el mar del sur de China, indicando que tal medida “invocaría los compromisos de defensa mutua de Estados Unidos”.
Pekín, no obstante, ve una agenda injerencista detrás de todas las declaraciones de los funcionarios estadounidense y alerta del plan de Washington para militarizar la zona y desatar provocaciones.
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