El canciller ruso, Serguéi Lavrov, instó a EE.UU. y sus países aliados de la llamada coalición contra Daesh a que pongan fin a la ocupación de una gran parte del territorio sirio y al saqueo de los recursos naturales del país árabe.
En una rueda de prensa ofrecida el viernes, el titular ruso de Asuntos Exteriores recalcó la presencia legal de las fuerzas rusas en el territorio sirio por el hecho de estar brindando apoyo al Ejército de Damasco en su lucha contra el terrorismo.
El jefe de la Diplomacia de la Federación Rusa precisó que este apoyo militar responde a la petición expresa formulada al respecto por el Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad, a su homólogo ruso, Vladimir Putin, para luego señalar que otros países siguen manteniendo a sus tropas en suelo sirio sin contar para ello con el consentimiento de Damasco.
Dicho esto, lamentó que esta presencia ilegal de fuerzas extranjeras se produzca, so pretexto de luchar contra las bandas extremistas en el territorio sirio y cuyas amenazas, según él, no son tan significativas ni en Siria ni en Irak.
“En cuanto a las amenazas de Daesh, no creo que hayan ampliado significativamente sus actividades en Siria o en Irak. Ambos países han impedido la realización e implementación de los complots urdidos por el grupo terrorista Daesh”, indicó el máximo exponente de la Diplomacia rusa, para concluir diciendo que, desde Rusia, se apoya “firmemente al Gobierno de Irak en sus esfuerzos por acabar con los focos terroristas remanentes. Podemos decir lo mismo de Siria”.
Las regiones orientales y nororientales de Siria son ricas en recursos petroleros y EE.UU. sigue enviando suministros bélicos y logísticos a estas zonas, poniendo como excusa el “proteger” los pozos de petróleo de los grupos terroristas; no obstante, en realidad, lo que busca es sustraer el crudo sirio, tal y como se denuncia desde Damasco.
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