El Gobierno español rechazó el viernes que el buque antisubmarino Viceadmiral Kulako y el remolcador Altai hicieran escala logística en el puerto de Ceuta prevista del 18 al 20 de agosto. Lo que causó que estos dos destructores anclaran a 46 kilómetros de la costa de Argelia.
“Nos sorprendió enterarnos de la negativa de las autoridades competentes españolas a expedir un permiso para la entrada de los buques de la Flota del Norte de Rusia [...] al puerto de la ciudad de Ceuta”, reza un comunicado divulgado este sábado por la vocera rusa.
Zajárova ha denunciado que la medida de Madrid contraviene el “espíritu de la Declaración de Asociación Estratégica firmada entre los dos países en 2009” y la constructiva relación ruso-española que se ha desarrollado en los últimos años.
De igual modo, la funcionaria rusa ha criticado que los funcionarios españoles filtraran esta historia a los medios de comunicación, en un intento, ha agregado, por demostrar su alineación con “la facción rusófoba” de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en vísperas de la cumbre de esta entidad en Madrid en 2022.
Por su parte, las fuentes de la Cancillería española han confirmado que la escala de los buques rusos en Ceuta fue denegada por no contar con la documentación requerida para atracar. Argumento que ha sido rechazado por la embajada de Rusia en España, según la cual, se entregó al Ministerio de Exteriores de España la información necesaria para la llegada de sus buques de guerra a Ceuta.
La práctica de escalas regulares por buques de guerra rusos en este puerto español en África fue habitual entre 2010 y 2016, cuando tuvieron lugar unas 60 visitas con más de 10 000 tripulantes, que inyectaron en la economía portuaria alrededor unos 4,5 millones de euros en totalidad, según lo evaluado por las autoridades locales.
Esto se redujo desde octubre de 2016 por el descontento de varios países aliados de la OTAN por el apoyo de Madrid a la Armada rusa, cuyos barcos que pasaban por Ceuta iban a tomar parte después en la guerra de Siria.
Rusia, a solicitud del presidente sirio, Bashar al-Asad, apoya a Damasco en su lucha antiterrorista, mientras que EEUU, a la cabeza de la OTAN, busca defenestrar el Gobierno sirio.
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