“No es suficiente expresar públicamente nuestra preocupación, ahora se necesitan acciones concretas y el compromiso de toda la Organización del Tratado del Atlántico Norte [OTAN]”, afirmó el domingo el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, en referente a la crisis migratoria en la frontera entre Polonia y Bielorrusia.
En una entrevista con la Agencia de Prensa Polaca (PAP, por sus siglas en polaco), Morawiecki explicó que, en sus conversaciones con Letonia y Lituania este fin de semana, se abordó la posibilidad de invocar el artículo 4 de la OTAN, que prevé que los países aliados se consultarán cuando alguno de los miembros considere que su integridad territorial está siendo amenazada.
“Parece que se necesita cada vez más”, agregó el premier polaco, al mismo tiempo que señaló que en el marco de la próxima cumbre del Consejo Europeo, solicitada por Polonia, se estudiará ampliar las sanciones contra Minsk, entre ellas, el cierre total de la frontera.
EEUU da espaldarazo a Polonia
Por su parte, Antony Blinken, el secretario de Estado de Estados Unidos, país que lidera a OTAN, reafirmó la misma jornada su apoyo a Polonia.
Mediante una declaración publicada en la red social Twitter, Blinken acusó al Gobierno bielorruso de Alexander Lukashenko de hacer una instrumentalización de los migrantes y refugiados que llegan a Bielorrusia, así como “amenazar la seguridad, sembrar división y distraer las actividades de Rusia en la frontera con Ucrania”.
¿Qué se cuece en la frontera Polonia-Bielorrusia?
Todas estas palabras se produjeron en un momento en que las tensiones entre Minsk y Varsovia están a tope a raíz del flujo migratorio por la llegada de miles de migrantes y refugiados en Bielorrusia a las fronteras con la Unión Europea por la mala situación económica derivada de las sanciones impuestas por el Occidente —Estados Unidos y el bloque europeo— contra el país.
El número de solicitantes de asilo que se ha unido a la población desplazada cerca de la frontera entre Bielorrusia y Polonia ha aumentado recientemente, lo que ha llevado a los dos países vecinos europeos a un conflicto serio.
Por su parte, Polonia ha colocado una alambrada de púas en la frontera y desplegado unos 15 mil militares, policías, guardias de frontera o miembros de las Fuerzas de Defensa Territorial, un cuerpo paramilitar de reservistas y voluntarios, para impedir el ingreso de los miles de migrantes y refugiados.
Minsk, a su vez, denuncia el despliegue militar polaco cerca de sus fronteras y aclara que “no se pondrá de rodillas” ante la Unión Europea por la crisis de migrantes en las lindes polacas. Además, acusa a Varsovia de cortar el paso a estas personas usando incluso “violencia física” y “gases” y “disparando por encima de sus cabezas”.
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