La empresa rusa Rosoboronexport ha presentado su nueva mina PTKM-1R. Pertenece a una nueva generación de municiones antitanque.
Según Rosoboronexport, los PTKM-1R son capaces de atacar las partes más débiles de los tanques o de las unidades de artillería autopropulsadas: los techos de las torretas o los cascos.
Las minas tienen un aspecto muy diferente al que estamos acostumbrados de este tipo de armas, en forma de contenedores equipados con sistemas acústicos y sísmicos. Las ojivas internas también tienen sensores infrarrojos y de radar.
El PTKM-1R se coloca manualmente a una distancia de 5-50 metros lejos de donde es probable que pasen los vehículos blindados del enemigo.
Al acercarse a los vehículos de combate enemigos, solo se ataca a los que se ajustan a los parámetros especificados en términos de ruido y vibración del suelo.
Las unidades de disparo vuelan en una trayectoria balística, con sensores térmicos y de radar que exploran el terreno. Cuando se detecta un objeto, se detona la ojiva y, en consecuencia, se alcanza el objetivo desde arriba.
La mina tiene 510 mm de altura. Diámetro del cuerpo de la ojiva: 220 mm. La masa de la mina es de 19,9 kg. Peso del material explosivo: 2,8 kg. Penetración del blindaje: no menos de 70 mm. La munición es programable para su autodestrucción y puede permanecer operativa entre uno y diez días.
Se sabe que en los años 1980 la Unión Soviética desarrolló la mina antitanque TM-83, que atacaba los tanques con los llamados "granos de choque" en los salientes laterales.
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