El ejército ucraniano, mientras realizaba una operación especial militar rusa en el territorio de Ucrania, varias veces trató de burlar a los aviones de combate rusos, lo que hizo imposible detectar cazas y misiles por medio de guía. Uno de estos casos fue registrado por el piloto del caza ruso Su-35S.
Como se supo, durante el vuelo, la tripulación del sistema de defensa aérea ucraniano Buk-M1 detectó la aproximación del caza ruso Su-35S e intentó apuntarle con misiles. Esto se confirma por los datos del sistema del caza ruso, que recibió información de que el enemigo utilizó el complejo de defensa aérea para buscar el objetivo y ya está guiando misiles. Sin embargo, el trabajo más operativo y profesional de los pilotos rusos hizo posible ser los primeros en detectar el complejo ucraniano y atacarlo con el uso del misil antirradar de crucero Kh-31P.
Inmediatamente después del lanzamiento del misil por parte de los aviones de combate rusos, se supo que el ejército ucraniano intentó ir en un truco y varias veces desactivó los radares del complejo, tratando de evitar la derrota. Esto se evidencia por la advertencia que desaparece periódicamente sobre el funcionamiento de los sistemas de defensa aérea. A pesar de este truco, el misil de crucero Kh-31P detectó con éxito su objetivo y lo golpeó.
Se desconoce cómo exactamente el ejército ucraniano logró establecer que lanzaron un discreto misil de crucero Kh-31P.
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