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sábado, 2 de abril de 2022

El vehículo eléctrico dispara las tarifas eléctricas, causa escasez de electricidad y provoca los "apagones"

Últimamente se habla mucho del colapso energético a nivel mundial, especialmente si hablamos de la generación de energía eléctrica, sin embargo, ¿Cuál es la verdadera razón de esta escasez acuciante de electricidad? 

Hace tiempo hice algunos videos hablando acerca de la inviabilidad que suponía transformar todo el parque automotor por vehículos de propulsión eléctrica. Entonces asegure que intentar llevar a cabo esta tarea resultaría en el colapso de toda la red eléctrica de cada país en cuestión. Y que creen, pues resulto ser cierto. 

Así es, la actual escasez de energía eléctrica está íntimamente relacionada con esta práctica de sustituir los vehículos de motor de combustión interna por otros vehículos dotados de motores eléctricos para su propulsión. 

Entonces advertí que la red eléctrica no estaba preparada para hacer frente a un aumento tan descomunal en la demanda si se sustituía todo el parque vehicular actual por automotores de propulsión eléctrica; y así ha resultado: no hay suficiente generación eléctrica como para cubrir toda la demanda de los nuevos automóviles y camiones eléctricos. 

Esa es la verdadera razón de los apagones que se están registrando en muchas ciudades en diferentes países alrededor del Planeta; y, sin embargo, ni siquiera el 10% del parque vehicular ha sido sustituido. 

Así que la pregunta es: ¿Qué pasará cuando todo el parque vehicular sea sustituido? Eso si alguna vez es que sucede, por que en verdad no creo que eso alguna vez llegue a pasar. 

Hay países donde casi el 30% de su parque vehicular lo constituyen automóviles eléctricos, específicamente Noruega, sin embargo, en esos países el cambio ha sido muy gradual y no tan rápido como se pretende hacer en el resto de países. 

Pero, aun así, en el caso de noruega, este país no se ha visto libre de problemas por la sustitución de su parque vehicular por automotores de propulsión eléctrica.  

Así es, ya comienzan a verse los primeros problemas en el abasto de la energía eléctrica, y eso pese a que el país escandinavo es un gran productor de energía eléctrica gracias a sus centrales hidroeléctricas, sin embargo, la producción eléctrica por medios “verdes” ha llegado a su límite, y el otrora exportador de “energía eléctrica limpia” ahora ya no puede exportar sus excedentes de electricidad pues ya no los tiene debido al aumento en la demanda interna gracias a los automóviles eléctricos. 

De esta manera tenemos que Los representantes de la mayor asociación de usuarios de coches eléctricos noruega, Electric Vehicle Union’s (EVU), ha declarado que la rápida expansión de esta tecnología, no está siendo acompañada por una adaptación de la red eléctrica. 

El resultado según Rune Haaland, es que en algunas zonas la conexión simultánea de cientos de coches, sumados al consumo habitual en los hogares, está provocando algunos problemas en unas estaciones no preparadas para estos picos. Es por esto que han solicitado al gobierno y las eléctricas, que comiencen un plan para evitar males mayores a corto y medio plazo. 

Según Haaland, en ciertas zonas de Noruega, la red eléctrica está a la altura de países como Albania, Irán o incluso las peores zonas de Bélgica. La llegada de modelos como el Renault ZOE, y el desembarco en gran número del Tesla Model S no hará más que incrementar los riesgos para la red. 

Para la recarga en los hogares, Helland propone tomar alternativas como sistemas que detecten cuando se produce un consumo pico en una casa, para pausar de forma automática en ese momento la recarga del vehículo. Una recarga que volvería a la normalidad una vez que se reduzca el consumo. 

Noruega nos sirve de ejemplo de que hacer en el futuro. Con unos 20.000 coches eléctricos, y una tasa que se dobla cada año, en poco tiempo las eléctricas tendrán que tomar medidas para ordenar un parque móvil que se ha convertido en una referencia en todos los sentidos para el mundo. 

No se libra nadie: la crisis energética en Noruega podría dejar sin electricidad verde al norte de Europa, que dependerá aún más del gas 

La actual crisis energética afecta a toda Europa, incluso a Noruega, que parecía inmune a estos problemas gracias a sus centrales hidroeléctricas. Y es algo que afecta también a sus vecinos de Suecia y Finlandia. Escandinavia, también se enfrenta a una crisis energética notable, ya que la disminución de las reservas de agua dificulta la generación de energía hidroeléctrica, principal fuente de energía de esos países. 

Los precios de la electricidad en los países nórdicos fueron cinco veces más altos en septiembre que hace un año. Esto afecta a todo el mundo, desde las fábricas y los mineros que necesitan energía, hasta los estudiantes o familias que ven como sus facturas suben y suben. Y como consecuencia, sube la inflación. 

Suecia y Noruega tienen problemas por el bajo nivel de sus embalses. En el caso de Noruega, es el nivel más bajo desde hace 10 años. "La combinación de las bajas reservas hidroeléctricas nórdicas y los bajos niveles de almacenamiento de gas en Europa están creando una tormenta perfecta, a la que se suman los altos precios del carbón y de los derechos de emisión de CO2", explicó Mats Persson, jefe de comercio de Fortum Oyj a Bloomberg. 

Noruega ya no puede exportar energía verde a Europa, que dependerá aún más del gas 

La falta de agua en los embalses ha llevado Suecia a depender de una central térmica de más de 50 años y que quema petróleo para generar electricidad. La situación en los embalses del suroeste de Noruega es tan mala que el operador de red noruego Statnett SF emitió el lunes una advertencia, diciendo que el balance energético se sitúa en dos en una escala en la que cinco significa racionamiento. 

Todavía no es una situación catastrófica, pero están avisando que hay que ir ahorrando. De hecho, ya se está hablando de convencer a los usuarios industriales de que ahorren energía a medida que se acerca el frío. Recordemos que, además de las temperaturas bajas en invierno, estos países tienen muy pocas horas de luz diurna. 

Para colmo, cual circulo vicioso, la situación de Suecia y Noruega, terminará pronto por afectar también a países como el Reino Unido o Alemania. Esa región de Noruega está conectada a Alemania y Dinamarca por cable, así como a Reino Unido vía un nuevo cable. 

Y como no hay suficiente agua para generar energía en cantidad adecuada para poder exportarla, tanto al continente como al Reino Unido, pronto se verán las consecuencias también en esos países. Especialmente, en Gran Bretaña e Irlanda, que son los países más afectados por la escasez de gas en el mundo y faltos de energía, según Sigbjorn Seland, analista jefe de la consultora del sector StormGeo Nena AS. 

"La idea de que seamos una batería verde para Europa se cae por su propio peso este invierno", dijo Andre Gustavsson, analista de la empresa sueca de servicios públicos Skelleftea Kraft AB, cuyo peor escenario es que el aumento de los precios afectará al crecimiento económico cuando las empresas empiecen a frenar la producción. 

Mucha electricidad, pero más cara 

Por último, pero no por ello menos importante, a los noruegos les preocupa el precio de la electricidad en el futuro, a pesar de que en ese país se están construyendo gran cantidad de aerogeneradores para aprovechar la energía eólica y que, de hecho, los excedentes de energía en Noruega siguen aumentando. Si en 2017 la factura media era de 0,023 euros por kilovatio hora, para 2030 se espera que la hoy asequible energía eléctrica noruega alcance los 0,030 euros por kilovatio hora, que sigue siendo un precio 'de derribo' a los ojos de un español, pero que allí ven como un alza superior al 30%. En el país nórdico, curiosamente, la tendencia es que la producción energética crezca más que el consumo, pero a pesar de ese excedente de energía, el precio de la electricidad no se reducirá debido a un mayor intercambio con los países vecinos. 

Esos excedentes previstos son los que tranquilizan a los usuarios de vehículos eléctricos en Noruega, pues las autoridades aseguran que habrá suficiente electricidad para los automóviles propulsados por batería, tanto en 2025, cuando todos los coches vendidos allí sean eléctricos puros, como en 2030, cuando ya habrá casi dos millones de vehículos eléctricos circulando por el país. Incluso cuando Suecia, país con el que Noruega comparte un mercado de energía común, cierre todas sus centrales nucleares, lo que sucederá a más tardar en 2035 o 2045. Pero eso no significa que no se prevean problemas con el suministro, sobre todo a nivel local, y algunos expertos temen 'cuellos de botella' energéticos en ciertas subestaciones, pues algunas estaciones transformadoras pueden llegar a su límite si en las inmediaciones, por ejemplo, instalan varios estacionamientos con un centenar de cargadores en cada uno. Y eso es aplicable a edificios o urbanizaciones, pues en Noruega algunas comunidades de vecinos están descubriendo que sus instalaciones eléctricas no soportan tantos puntos de carga. Ser la avanzadilla de Europa en electromovilidad tiene estas cosas: que los problemas son nuevos y no puedes copiar las soluciones a nadie. Pero en España tenemos más suerte, y quizás baste con observar, copiar lo correcto y evitar lo incorrecto. 

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