En el simulacro de un ataque a un grupo naval enemigo se implicaron el submarino nuclear Severodvinsk, del proyecto 885 Yasen, y el Smolensk, del proyecto 949A Antey, pertenecientes ambos a la Flota del Norte.
"Los misiles de crucero Kalibr y Granit destruyeron con éxito un sofisticado conjunto de dianas que imitaban un grupo de buques de desembarco enemigos a una distancia de casi 200 kilómetros", dice el comunicado.
La prueba demostró la alta fiabilidad de estos misiles, diferentes por su velocidad y características de vuelo.
Mientras duró el entrenamiento, el área correspondiente permaneció cerrada para buques mercantes y aviones comerciales.
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