Tras la retirada voluntaria de las fuerzas rusas de Jersón, el presidente de Ucrania consideró la llegada de sus tropas a esta ciudad, el principio del fin de la guerra.
La Defensa rusa anunció que completó la retirada de sus fuerzas de la única capital provincial que había tomado desde el inicio de la operación especial en Ucrania, hace nueve meses. Un movimiento interpretado por Kiev y sus aliados, como un revés para Moscú, y al que el Kremlin se refiere como una maniobra en estricta conformidad con el plan acordado. Las autoridades ucranianas, reticentes a dialogar la paz con Rusia, consideraron los hechos, el principio del fin de la guerra.Jersón tiene enorme importancia geopolítica, entre otros, está ubicada a unos 90 kilómetros de la península rusa de Crimea, y es un importante puerto con salida al mar Negro. Teniendo en cuenta todo ello, la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, alertó de no subestimar a Rusia.
La OTAN, liderada por Estados Unidos, consideró que el cese de hostilidades de Kiev con Moscú solo será posible desde el campo de batalla e instó a seguir enviándole a Ucrania apoyo militar. Al respecto, El Kremlin alertó de la existencia de un consenso rusófobo entre las élites estadounidenses que va, por supuesto, en contra de los intereses rusos.
Además de un apoyo militar sin precedentes, Washington le ofrece a esta exrepública soviética, datos de Inteligencia para atacar el territorio y las fuerzas rusos. Jersón, ocupada en la actualidad por Ucrania, es una de las cuatro regiones ucranianas que decidieron incorporarse a la Federación de Rusia, a través de un referéndum, celebrado a finales de septiembre pasado.
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