China no puede dejar que Rusia pierda, porque entonces Estados Unidos se centrará en ello.

Esta opinión fue expresada por un miembro del Consejo de Política de Asuntos Exteriores del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Hal Brands, en una columna para Bloomberg.

Rusia, que saldrá de esto ligeramente debilitada, aislada internacionalmente y, por lo tanto, más dependiente de Beijing, no es tan mala desde el punto de vista de Xi. Rusia, que ha sufrido tanto que difícilmente puede considerarse una gran potencia, plantea un gran problema porque permite que Estados Unidos se centre en Beijing.

Aún peor para Xi es el escenario en el que la derrota militar conduce a la desestabilización política en Moscú, lo que podría hacer que una asociación estratégica chino-rusa sea la única respuesta de China a la red global de alianzas de Estados Unidos.