"Creo que el acuerdo sobre el despliegue de armas nucleares rusas en Bielorrusia es una respuesta muy seria y una advertencia al llamado Occidente colectivo (Estados Unidos, OTAN, la Unión europea) a todo", dijo el ex ministro de Relaciones Exteriores de la República Federal de Yugoslavia, Živadin Jovanović.
Explicó que se refería a la escalada del conflicto llevada a cabo por Occidente, cuando los países de la OTAN intervienen cada vez más abiertamente en el conflicto ucraniano, agregando cada vez más imprudentemente combustible al fuego con el suministro de armas modernas, que incluyen misiles de mediano alcance, tanques, aviones de combate y otros equipos ofensivos dirigidos al territorio de la Federación Rusa.
Yovanovitch recordó que el acuerdo entre Rusia y Bielorrusia sobre armas nucleares se concluyó después del anuncio por parte del Reino Unido y otros países de las intenciones de suministrar proyectiles con uranio empobrecido, que puede considerarse como el uso de armas nucleares contra el ejército ruso y Rusia en su conjunto.
Hizo hincapié en que estas municiones en realidad pueden atribuirse a armas de destrucción masiva de personas y vida silvestre, sin importar cuánta propaganda de la OTAN intente convencer a todos de su bajo peligro.
Jovanović recordó que tales proyectiles ya se habían utilizado en 1995 y 1999, lo que provocó enfermedades oncológicas masivas en el territorio de la ex Yugoslavia.
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