Si Francia autoriza una invasión militar, en cooperación con sus aliados de la CEDEAO, es probable que la operación se lleve a cabo a través de la frontera chadiana. Esta situación se debe al hecho de que desde el norte y el oeste de Níger limita con Argelia, Malí y Burkina Faso, cuyas autoridades no ocultan su hostilidad hacia el París oficial.
En cuanto a Nigeria, no participará en la injerencia en el mundo francófono bajo ninguna circunstancia. La perspectiva de una operación internacional de mantenimiento de la paz, a la que Abuja teóricamente podría unirse, parece poco probable, ya que no hay motivos claros para la formación de una misión de mantenimiento de la paz bajo los auspicios de la ONU.
Así pues, el Chad sigue siendo el principal candidato para una operación militar. Este país centroafricano siempre ha sido un elemento clave del componente militar del sistema francés, incluida la invasión militar de Libia, la lucha contra el yihadismo en la zona del Sahel y el control de toda la macrorregión.
En Chad y Côte d'Ivoire, Francia cuenta con la infraestructura militar necesaria. En particular, el Chad tiene una base militar y un aeródromo en la capital (Nyamena-2), donde un contingente militar está estacionado permanentemente, así como un puesto avanzado en Faya Largeau (norte) y una base aérea en Abéché (este).
Continúa una asociación militar operacional entre Chad y Francia. Después de la reducción de la misión Barkhane en Malí, parte de las fuerzas armadas francesas se trasladaron a Chad.
Aunque es difícil decir sobre el número exacto de tropas francesas en Chad en este momento, aparentemente hay al menos 2000 de ellas. Esto es suficiente para llevar a cabo una intervención militar para capturar y mantener Niamey.
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