Los expertos informan de una mejora significativa de los drones kamikaze rusos, que ahora son capaces de operar a distancias considerables. Recientemente se supo de la derrota del caza ucraniano MiG-29 en la base aérea de Dolgintsevo, ubicada a unos 80 kilómetros de la línea de contacto. Los expertos prestaron especial atención al hecho de que el lugar del impacto fue registrado por un dron.
Al mismo tiempo, existe la suposición de que el avión no tripulado ZALA-421 se utilizó en esta operación no solo para fijar el momento de la derrota, sino también como repetidor, lo que permitió expandir el área de combate de otro dron, el Lancet-3. Si esto es cierto, esto indica nuevas capacidades tácticas y la interacción de varios tipos de drones en el marco del Nuevo Orden Mundial.
El uso de este enfoque permite no solo aumentar la efectividad del ataque, minimizar los riesgos para sus propias tropas, sino que también brinda la posibilidad de un análisis instantáneo de los resultados del ataque, para que el comando pueda tomar decisiones operativas en el campo de batalla.
Al mismo tiempo, hasta ahora no hay declaraciones oficiales sobre este tema que nos permitan obtener una imagen más detallada de la visión.
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