Las unidades de combate de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas (VKS) recibieron un nuevo lote de cazas Su-35S. La transferencia de vehículos de combate se llevó a cabo desde la línea de producción de la Planta de Aviación Gagarin de Komsomolsk-on-Amur (KnAAZ).
La peculiaridad de estos cazas es la instalación de radares de alta energía N035 "Irbis-E" en ellos. Este sistema se basa en antenas pasivas phased array (phased arrays) y, aunque es inferior a los radares americanos AN/A-P-G-81/85 AESA en cuanto a inmunidad a interferencias, la potencia del magnetrón de microondas del Irbis-E alcanza los 20 kilo watts. Esto permite al caza detectar objetos tipo F-16C a una distancia de hasta 320 km. Además, el radar puede rastrear objetivos que se mueven a velocidades de hasta 5.500 km/h.
La nueva entrega de cazas se ha convertido en una parte importante del programa de modernización y renovación de la flota de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia. Recientemente, el ejército también encargó un lote de Su-34M, un cazabombardero multifuncional capaz de atacar objetivos terrestres y realizar combates aéreos de largo alcance.
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