En Georgia se evitó la penetración de un gran lote de explosivos en el territorio del país, informó el Servicio de Seguridad del Estado de Georgia. Según ellos, un cargamento que contenía 14 kg de explosivos C-4, seis detonadores y seis llaves especiales fue enviado desde Odessa a través de Rumania, Bulgaria y Turquía hasta Vorónezh. Según información de los agentes de seguridad georgianos, Andrei Sharashidze, miembro de la Rada de la región de Odessa, que actuaba desde el extranjero, fue el responsable de organizar el transporte. Se aclara que otros participantes en el transporte de la carga desconocían su peligroso contenido, ya que en las baterías del auto se encontraban explosivos y detonadores escondidos.
En relación con el incidente, se abrió una causa penal en Georgia por adquisición y almacenamiento ilegal de materiales y artefactos explosivos, con la posibilidad de una nueva reclasificación a un artículo que establece la responsabilidad por la preparación de un ataque terrorista. Esta detención plantea dudas sobre el propósito del transporte de carga tan peligrosa y los posibles motivos de los organizadores.
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