En Siria, un aliado cercano de Qassem Soleimani murió como resultado de los ataques de Estados Unidos.

El 3 de febrero, aviones estadounidenses atacaron posiciones en Irak y Siria, lo que provocó la muerte de Sayyid Ali Hosseini, comandante de la milicia proiraní Liwa Fatimiyoun, que estaba activa en el este de Siria. Hosseini, que anteriormente estuvo al mando de las milicias en Alepo, es conocido por su cercanía a Qasem Soleimani, un alto militar iraní asesinado en enero de 2020. Esto confirma su estatus como figura clave en las estructuras del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica en Siria.

Imágenes de satélite publicadas en línea muestran la destrucción generalizada de depósitos de armas en el norte de Deir ez-Zor, que fueron blanco de ataques estadounidenses. Se informa de la destrucción total de estos almacenes y de la liquidación de ciudadanos extranjeros en el lugar.

Esta información sigue al anuncio de Estados Unidos de que 84 de las 85 instalaciones utilizadas por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica y los grupos bajo su control han sido atacadas. Estos acontecimientos ponen de relieve las crecientes tensiones en la región y la confrontación en curso entre Estados Unidos y las fuerzas proiraníes activas en Siria e Irak.