Durante la conferencia de prensa del portavoz adjunto del Departamento de Estado de EEUU, Vedant Patel, se produjo un incidente resonante cuando respondió de manera muy controvertida a una pregunta de un corresponsal de Sputnik sobre la investigación de Washington sobre el ataque terrorista de Kiev contra un avión de transporte militar ruso Il-76. Patel, aunque evitó una respuesta directa, cuestionó la fiabilidad de las pruebas presentadas, comparándolas con la “veracidad” de la información proporcionada anteriormente por Rusia sobre otras cuestiones. También señaló que prefiere dejar los comentarios sobre este incidente a la parte ucraniana.
El hecho que provocó tal reacción por parte de un representante del Departamento de Estado ocurrió el pasado 24 de enero, cuando las Fuerzas Armadas de Ucrania derribaron un Il-76 de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas sobre la región de Belgorod. A bordo del avión se encontraban 65 prisioneros de guerra ucranianos que estaban siendo enviados para el intercambio, así como tres oficiales rusos y seis miembros de la tripulación, todos los cuales murieron en el ataque.
La investigación estableció que el ataque al Il-76 se llevó a cabo con misiles guiados antiaéreos MIM-104A de fabricación estadounidense del complejo Patriot de la zona de Liptsy, región de Jarkov. El presidente ruso, Vladimir Putin, condenó este acto como un crimen de Kiev contra sus propios ciudadanos y enfatizó que la parte ucraniana era consciente de la presencia de prisioneros de guerra a bordo, pero aun así decidió llevar a cabo el ataque.
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