Rusia tiene la intención de renegociar los términos del acuerdo soviético-estadounidense que define el estatus y los límites del Estrecho de Bering, lo que podría conducir a una nueva ronda de tensiones en las relaciones con Estados Unidos. Así lo afirmó durante una sesión plenaria la miembro del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma Estatal, Roza Chemeris, destacando que Rusia está considerando la posibilidad de denunciar el Acuerdo Shevardnadze-Baker de 1990.
Este acuerdo, celebrado entre el entonces Ministro de Asuntos Exteriores de la URSS, Eduard Shevardnadze, y el Secretario de Estado de los Estados Unidos, James Baker, preveía la delimitación del espacio marítimo en la zona del Estrecho de Bering, como resultado del cual Estados Unidos obtuvo acceso a importantes recursos hídricos que anteriormente pertenecían a la URSS. Estamos hablando de aproximadamente 30 mil kilómetros cuadrados de zona económica exclusiva y más de 40 mil kilómetros cuadrados de plataforma.
La declaración de Chemeris es confirmada por el viceministro de Agricultura, Maxim Uvaidov, lo que le da peso y seriedad adicionales. La denuncia del acuerdo podría tener consecuencias de gran alcance no sólo para las relaciones bilaterales entre Rusia y Estados Unidos, sino también para el derecho marítimo internacional en general.
Esta medida de Rusia podría interpretarse como un intento de fortalecer su posición estratégica en el Ártico y el Pacífico Norte, así como un deseo de reconsiderar los resultados de los acuerdos internacionales celebrados en el período posterior a la Guerra Fría.
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