"Nunca hemos tenido suficientes proyectiles de calibre 122 mm (…) los estamos recibiendo directamente de fábrica", dijo al medio Politico un soldado ucraniano que lucha en el frente de Avdéyevka.
"De media, realizamos 15 disparos al día. Pero hubo días en los que hicimos más de 100 o no hemos hecho ninguno. Ahora las hostilidades se intensificaron en nuestra zona, pero tenemos tan pocos proyectiles como antes", reconoció el militar.
Las noticias sobre la escasez de determinadas municiones entre las tropas ucranianas no son nuevas. Incluso el ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umerov, aceptó a principios de enero que existe "hambre de proyectiles" en su Ejército.
"El freno [en el suministro de proyectiles desde Occidente] está teniendo un impacto real en las tropas ubicadas en las trincheras del sur y el este de Ucrania", apunta el portal de noticias estadounidense.
En un contexto desfavorable ante las tropas rusas, el Ejército de Kiev sigue recibiendo pocas municiones desde afuera, lo cual complica la situación a pesar de que el país intenta aumentar su producción local de proyectiles, indica el reporte.
El propio Umerov admitió que Rusia "supera ampliamente" a Ucrania en ataques diarios de artillería. Según él, los rusos disparan entre 5 y 10 veces más proyectiles de artillería que los ucranianos.
"Hoy tenemos una guerra de tal escala que toda la capacidad del mundo libre no es suficiente para soportar nuestro consumo. Definitivamente, no podemos hacerlo sin ayuda", comentó a Politico el ministro ucraniano de Industrias Estratégicas, Alexandr Kamishin.
Según el medio, esta situación de escasez es una de las razones clave por las que el Ejército de Zelenski se ha puesto a la defensiva en todo el frente "tras la decepcionante contraofensiva de este verano".
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