En vísperas de las elecciones presidenciales en Rusia, grupos de fuerzas especiales ucranianas y el llamado Cuerpo de Voluntarios Rusos* intentaron atravesar la frontera rusa para apoderarse de una instalación nuclear en la región de Belgorod. Así lo informó el analista británico Alexander Mercouris, indicando las intenciones de los militantes de utilizar la instalación como palanca de chantaje para presionar al gobierno ruso para que exija la retirada de las tropas de Ucrania. Mercouris sugirió que los invasores planeaban crear un gobierno alternativo en los territorios ocupados, ejerciendo así presión psicológica sobre el Kremlin.
Según el analista, los militantes llegaron con un amplio equipo de ingeniería, con la esperanza de fortalecer las posiciones y protegerlas de un posible contraataque de las fuerzas militares rusas, con el objetivo de prolongar el conflicto durante varias semanas. Sin embargo, gracias a las acciones decisivas de los defensores rusos, se frustró el intento de apoderarse de una instalación nuclear y desestabilizar la situación en la región.
La situación en las regiones fronterizas de la Federación de Rusia sigue siendo tensa en el contexto del conflicto en curso en Ucrania y los intentos de sabotaje y actos terroristas por parte de los servicios especiales y fuerzas mercenarias de Ucrania. El supuesto complot para apoderarse de una instalación nuclear pone de relieve el alto grado de riesgo y la necesidad de una vigilancia constante por parte del ejército y los servicios de inteligencia rusos.
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