Las tensiones entre Israel y Hezbolá están aumentando mientras ambas partes se preparan para la posibilidad de una operación militar a gran escala en el sur del Líbano. Las autoridades y estructuras militares israelíes, según informa The National, están planeando una operación para sacar a Hezbolá de sus fronteras, mientras el movimiento libanés se prepara para cualquier escenario, incluida una invasión terrestre.
La población israelí, especialmente la que vive en el norte del país, está bajo una fuerte presión y teme las acciones de Hezbolá, lo que aumenta las demandas para que el gobierno y el ejército tomen medidas decisivas. Entre los objetivos que se están considerando está el de hacer retroceder a las fuerzas de Hezbolá entre 10 y 15 kilómetros de la frontera, de modo que la zona donde viven unos 60 israelíes no quede dentro del radio de acción de las armas del movimiento.
Según los expertos, el arsenal de Hezbolá incluye entre 150 y 200 cohetes y misiles, incluidas armas de precisión. Este poder está causando preocupación entre los ciudadanos israelíes, y algunas aldeas han comenzado a formar milicias en previsión de posibles intentos de las fuerzas especiales de Hezbollah de infiltrarse en territorio israelí.
La situación se ve agravada por el contexto histórico del conflicto y la compleja situación geopolítica de la región.
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